Mariano Obarrio:-  ¿Cuál es la sensación en la Argentina donde hay un oficialismo fuerte y tres opciones opositoras fragmentadas?

Gloria Álvarez: – La sensación es que el argentino ve un cierto desencanto con estos tres candidatos. Dos allegados al peronismo y una tercera vía que se ve como un mal necesario, el menor de los tres males. No se ve como un candidato que no inspirara un voto castigo, sino que pudiera mostrar una tercera vía atractiva que propusiera opciones republicanas y meritocráticas. Habrá un cambio aunque queden los dos peronistas pero todo cambiará para que todo quede igual.

 ¿Usted está en contacto con alguna fuerza política en la Argentina?

“No. Me hacen la invitación las 17 fundaciones liberales que se reunieron en una red liberal para tratar de presentar la vía republicana y de libertad que puede evitar ese intercambio de falacias de los populistas y abrir la oportunidad de poder debatir basados en argumentos, basados en la ciencia económica y en la naturaleza humana.”

Hoy la opción es república contra pupulismo, sin embargo se cuela otra antinomia como derecha contra izquierda y esto confunde el debate de los partidos y los ordena según viejos parámetros. ¿Usted qué opina?

“Totalmente yo creo que la izquierda honesta aceptó que la única forma de crear riqueza es tener una institucionalidad sana, y que las fuentes de empleo son las únicas que pueden empoderar a una persona. Nosotros proponemos salir de esta dicotomía si hay intelectualidad honesta, si hay un debate sano analizar la institucionalidad que perdemos contra este populismo personalista”

 La Presidenta hace anuncios celebrando los aumentos de los planes sociales y yo me pregunto si es para celebrar, que el Estado tiene que cubrir a más gente. El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica.

“En Guatemala la “benefician” con una bolsa con maíz, frijoles legumbres. No benefician nada. Los programas sociales populistas que no tienen detrás una cadena de eventos que permiten que las personas pasen de la necesidad a un empoderamiento. Tiene que contemplar planes de alimentación, microcréditos, financiarles una carrera académica o técnica, pero acá no hay fechas límites. Nos hacen creer que por regalar plasmas o objetos la situación mejora. Tampoco existe una fiscalización de gastos, transparencia y un monitoreo para comprobar si estas actividades tienen un impacto positivo.”

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