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Las 30 verdades del populismo: una receta que respetan todos los totalitarismos

1. La democracia y la política se construyen a partir de una eficaz división de la sociedad en dos bandos: nosotros, los buenos; ellos, los que están contra la Patria. Es una división maniquea de la historia y del presente. La política es confrontación permanente. Y la democracia es la generación continua del conflicto para cohesionar el “nosotros” y aislar y dividir a “ellos”.

2. Consolidar la conformación del “nosotros” a través de la construcción de un enemigo externo, que constituya una amenaza a la integridad de la Nacion. Ese enemigo puede ser “el imperio”, “los bancos”, el FMI, los fondos buitres, un país colonialista. Y siempre tiene cómplices internos a los que hay que estigmatizar.

3. La democracia es el imperio de las mayorías sin importar los derechos o la opinión de las minorías, aunque estas en su conjunto sean más numerosas que aquella mayoría. Precisamente, la democracia debe ser todo lo contrario: la garantía de participación y de opinión de las minorias.

4. El jefe (llamado también líder)  es el  vínculo directo con las masas, o al menos esa es su justificación. Siempre es un liderazgo mesiánico que tiene una misión salvífica de un pasado ominoso. Es el salvador de la Patria y del Pueblo.

5. Democratizar  implica modificar las instituciones de modo tal que se imponga el supuesto interés de la mayoría interpretado por el jefe. En otros términos, el jefe, habiendo ganado las elecciones puede y debe imponer su voluntad a cualquier precio en tanto es considerado representante de la mayoría que ganó la elección. Democratizar es cooptar (la Justiica, los medios, las instituciones).

6. El gobierno debe ser personalista.  Se prefiere un presidencialismo fuerte y con reelección eterna. Sólo una facción puede garantizar continuidad en la interpretación del interés popular. Es por ello que debe evitarse la alternancia en el poder.

7. El apego a la Constitución es considerado una noción conservadora con connotaciones muy negativas. Son un resguardo del “viejo orden”, demonizado, que no quiere permitir un proceso de cambio y transformación. También los poderes Legislativo y Judicial son considerados “conservadores” y por eso hay que controlarlos. Más importante es la fuerza de los votos que eligen al líder. El vínculo entre el  líder y las masas, sin intermediarios.

8. La Constitución, el Congreso o la Justicia son obstáculos en la relación del líder con su pueblo. Entorpecen el proceso de cambio y también por ello deben ser controlados. La actividad parlamentaria se convierte en un  trámite notarial de las medidas que adopte el Poder Ejecutivo.

9. La oposición debe ser dividida, aunque sea bajo premisas falsas. Los medios de prensa deben ser controlados. Y el Poder Judicial, al igual que el Parlamento y cualquier esfera de poder, colonizados. La oposición siempre es la expresión del viejo orden, corporativo, corrupto, opresivo, al que hay que eliminar.

10. Estigmatizar a los medios, periodistas, jueces u opositores a los que no se pueda controlar.

11. Eliminar los enemigos internos que amenazaban al régimen. Si bien esto no implica la eliminación física, se procurará la eliminación civil mediante el amedrentamiento, la persecución y la marginación. El populismo siempre se presenta como la expresión de lo “nuevo” ante un pasado al que hay que superar y se lo descalifica como “cómplice” de las dictaduras, del neoliberalismo o de las corporaciones hegemónicas. Los vicios del pasado justifican las atrocidades del líder.

12. La actividad de colonización e imposición del relato oficial requiere un flujo de financiamiento constante. Este proviene esencialmente del Estado a través de maniobras corruptas  que incluyen desde pagos excesivos  por obras y servicios como también asociaciones delictivas vinculadas al narcotráfico y el lavado de dinero. 

13. La justificación del narcotráfico es que es un arma mortífera para vencer a los países centrales, catalogados como “el imperio”, a cuyos jóvenes hay que contaminar con estupefacientes. Si bien el relato oficial es de combate al narcotráfico y a la inseguridad, la proliferación de ambos es funcional al encubrimiento de bandas protegidas que sirven para amedrentar a quienes no se disciplinan y crear dependencia de los ciudadanos respecto del líder o jefe.

14. Buscar siempre culpables de la corrupción, la inseguridad y el narcotráfico entre los adversarios, a quienes se los considera “enemigos de la Patria”. Utilizar organismos de información y de inteligencia del Estado apuntando a ese objetivo.

15. Presionar y amenazar a quienes no se ajusten al relato o pretendan refutarlo. No importa si se cae en abuso de poder.

16. Transformar cada licitación de obras, compras del Estado o importaciones de combustibles, en una fuente de ingresos negros para el régimen. Elegir a una burguesía propia, capaz de generar negocios para la política y para los privados de ellos.

17. Adquirir medios de prensa y audiovisuales por medio de empresarios amigos del poder o asignar las licencias a sus amigos. Direccionar discrecionalmente la pauta publicitaria oficial y los subsidios de todo tipo a los amigos y retacearla a los enemigos.

18. Adoctrinar para el fanatismo a todos los ciudadanos desde la edad más temprana. Organizar todo tipo de cursos, seminarios, congresos para jóvenes y adultos. Cambiar las currículas de la educación primaria y secundaria con programas afines al proyecto, cooptar a maestros y profesores, actuar sobre todas las clases sociales. Intervenir sobre la eduación y la cultura.

19. Confundir la libertad de expresión con supuestos intereses de corporaciones propietarias de medios. Esto permite combatirlos en nombre de la defensa del interés del pueblo.

20. Redistribuir los recursos del Estado de manera discrecional beneficiando a los gobernadores e intendentes que sean serviles y perjudicando a los que no se disciplinan a los que se trata como “enemigos”. Dilapidar los recursos del Estado, los recursos naturales del suelo y los de los ciudadanos en beneficio del proyecto (reservas de gas, petróleo, fondos de jubilaciones y pensiones, agro, ganadería, reservas de Bancos Centrales).

21. Asegurar el control absoluto del Estado y empresas estatales, incluso las empresas que imprimen los billetes.

22. Aprovechar la necesidad de muchos para instaurar un sistema absolutista y totalitario. El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica para poder controlar el voto de la gente.

23. Mantener un “nivel optimo de pobreza” que permita el control de la voluntad de los más necesitados.

24. Nombrar a toda la militancia del proyecto en cargos públicos nacionales, provinciales y municipales; distribuyendo jubilaciones y millones de planes sociales. Es la mejor manera de convertir a una masa crítica de ciudadanos en “empleados”  y “clientes” del régimen, a los que se manipula fácilmente.

25.  Desarrollar un relato que justifique el régimen, adulterar la información oficial del Estado para sostener ese relato.

26. Defender a rajatabla a los acusados de corrupción que sean propios del régimen.

27. Sostener la dicotomía anacrónica derecha-izquierda para levantar pasiones, justificar el desmantelamiento de  las instituciones, socavar la república y reescribir la Constitución en función de los antojos del líder corrupto.

28. Relativizar la libertad individual en nombre de los intereses colectivos, interpretados por el líder. 

29. Instalar la idea de que quien acumula riquezas lo hace en detrimento de los otros. Esto permite dividir a la sociedad y justificar cualquier avance sobre la propiedad privada en nombre de los derechos de naturaleza colectiva y del bienestar del pueblo.

30. Controlar la educación y vaciarla de contenido para postergar a la pobreza y la ignorancia y poner en alto a los bienes materiales a repartir.

VIDEO SOBRE UNA APROXIMACION AL POPULISMO DE PERON

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