La Nación, sábado 20 de diciembre de 2014
Por decisión de la presidenta Cristina Kirchner, el nuevo titular de la Secretaria de Inteligencia(SI), Oscar Parrilli, le aceptó ayer la renuncia al histórico director general de Operaciones de la ex SIDE, Antonio “Jaime” Stiusso. El desplazamiento es parte del cambio en el organismo con el cual la Casa Rosada intentará controlar el avance de las causas judiciales contra la propia mandataria y sus funcionarios, y que éstos atribuyen a la información y las presiones de la vieja línea profesional de la inteligencia nacional.
“Le pidieron la renuncia. Cortarle la cabeza a Stiusso es un servicio a la democracia. Extorsionaba a la Presidenta y varios funcionarios con los jueces federales”, aseguró a LA NACION un alto funcionario.
Un allegado al principal referente de los espías profesionales lo retrucó. “Jaime presentó su renuncia y la aceptaron. Se irá de vacaciones”, desmintió.
De un modo u otro, Stiusso dejará el cargo y la Secretaría de Inteligencia. “Tuvo una larga conversación con Parrilli, que tomó el control político de la ex SIDE”, confió una alta fuente presidencial.
El martes último, Parrilli reemplazó a Héctor Icazuriaga como jefe de la ex SIDE y se anunció que Juan Martín Mena, que era jefe de gabinete del ministro de Justicia, Julio Alak, sustituiría a Francisco “Paco” Larcher como subsecretario de Inteligencia. Parrilli puso ayer en funciones a Mena.
Según la Casa Rosada, Icazuriaga había perdido el control político de la SI y Larcher la conducía delegando todo lo operativo en Stiusso, su aliado. También Cristina les atribuía a ambos fuertes vínculos con el diputado y candidato presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa, desde cuando éste era jefe del Gabinete de Cristina Kirchner.
El único funcionario operativo que respondía en la SI a la Presidenta era el director de Reunión Interior, Fernando Pocino, aliado al jefe del Ejército, teniente general César Milani, que controla la inteligencia militar.
Desde sectores opositores acusan a Milani de hacer espionaje interior sobre dirigentes políticos, sindicales, periodistas y empresarios, algo que está vedado por la ley de inteligencia nacional.
También trascendió ayer que Parrilli le aceptó la renuncia al director de Análisis del organismo, Alberto Massino, que seguirá en la SI, pero dejará su cargo. Controlaba el área clave -y anhelada por el kirchnerismo- desde la cual se manejan todos los archivos de información de inteligencia sensible del organismo.
NOMBRES Y VARIANTES
Hasta anoche no había trascendido en la Casa Rosada el nombre de los reemplazantes de Stiusso ni de Massino.
“No los tienen. No hay reemplazantes todavía”, dijo a LA NACION otro funcionario de Balcarce 50.
En la Casa Rosada se barajan tres hipótesis:
- Cederle esas áreas a personal civil -no militar- de inteligencia que responde a Milani.
- Ascender a funcionarios de línea del escalafón.
- Introducir a jóvenes de La Cámpora.
“Milani no va a poner un general; aunque va a neutralizar el aparato de la ex SIDE, para evitar las operaciones para Massa o en contra de la Presidenta”, confió una fuente oficial.
Por otra parte, Mena, el reemplazante de Larcher, intentará recuperar un vínculo con los jueces federales para poner paños fríos al avance de las investigaciones de Comodoro Py.
Hasta ayer permanecía en su puesto Santiago Vila, director de Observaciones Judiciales, más conocida por OJ, el área que recibe las órdenes judiciales para intervenir teléfonos durante investigaciones contra criminales.
Esa dependencia estuvo siempre sospechada de hacer seguimientos ilegales y sin órdenes judiciales.
Más allá de la presión a jueces, la presidenta Cristina Kirchner se apropió del manejo de la caja y de la información. La administración de los recursos -un presupuesto que ronda los $ 800 millones- estaba en manos de Larcher. La información era controlada por Stiusso y Massino.
También Parrilli comenzó a reordenar administrativamente el organismo.
Designó hombres de su confianza en las áreas de finanzas y asuntos legales. Además, recorrió el descuidado edificio de 25 de Mayo 11 y planificó refacciones edilicias, instalación de aire acondicionado, televisores de plasma, nuevas computadoras y equipamiento renovado.
También revisó la lista de personal y sueldos para recomponer salarios de los agentes, algunos muy retrasados. Ello generó aprobación de los viejos espías.
“Se necesitaba alguien con manejo político. A Icazuriaga le decían Papá Noel: era bueno, pero no existe”, dijo a LA NACION una fuente del organismo y que siempre respondió a Stiusso. Sin embargo, deslizó que desde el punto de vista de la inteligencia de Estado, la llegada de Parrilli abre temores de que la ex SIDE sea neutralizada y puesta bajo control operativo del jefe militar Milani.
EL ESPÍA, CONGELADO
Lo separaron de su cargo y de sus tareas
Jaime Stiusso
Ex director general deoperaciones de la SI
Edad: 61 años
Profesión: ingeniero
Operador todo terreno
Está desde hace 43 años en la Secretaría de Inteligencia. Manejó investigaciones clave, como la causa AMIA, casos de narcotráfico y terrorismo, y realizó operaciones políticas para los sucesivos gobiernos que lo emplearon
En desgracia
Cristina Kirchner cree que motorizó una campaña contra sus funcionarios, al alentar a un sector de la justicia federal a avanzar en los casos de corrupción
A casa
Tras el desplazamiento de Icazuriaga y de Larcher, Stiusso fue desplazado del cargo y de la SI
Escuchá a Mariano Obarrio todos los sábados de 9 a 11 en Unas Cuantas Verdades por Radio El Mundo AM 1070