La invitación del papa Francisco a Cristina Kirchner para almorzar el sábado próximo (20 de septiembre) tiene como telón de fondo la cada vez más profunda crisis económica y social en el país. La inflación, la recesión y los despidos son datos que preocupan a la Iglesia. El Santo Padre, desde cuando era cardenal Jorge Bergoglio, avizoraba un posible final turbulento para la conflictiva experiencia de los Kirchner. Ya desde entonces temía las graves consecuencias sociales del modelo de creciente inflación, populismo extremo, autoritarismo con la prensa y presión a las empresas, y un manejo político basado en la lógica del conflicto amigo-enemigo entre sectores sociales, propio del estilo kirchnerista.
Dan cuenta de esos temores muchos visitantes de entonces a Bergoglio. Y también lo comentan muchos de los que lo vieron ya Papa en Roma. El “cuiden a Cristina” refiere a esa preocupación por el conflicto al que la Doctora le puso nombre y fecha: estallido social, matiné y antes de fin de año. Tanto el Observatorio Social de la UCA como el Episcopado, que son cajas de resonancia de la voz del Papa, advierten sobre este conflicto social latente.
El objetivo de Francisco es evitarlo a toda costa. Quiere que la Presidenta termine bien su mandato. O al menos que lo termine en orden y haya un traspaso normal. Si bien el tema no estará presente en Santa Marta de manera explícita, el gesto del Papa busca preservar a Cristina Kirchner, blindarla de posibles tentaciones conspirativas, especialmente de ciertos sectores violentos de la política y el sindicalismo, al que les teme.
El Vaticano, por supuesto, negará cualquier connotación nacional a la visita entre dos jefes de Estado y todas las referencias hablarán de los grandes problemas del mundo. También, claro, Francisco habilitará a Cristina para una condena severa en su nombre a los fondos buitres, a los cuales aborrece por convicción propia. Los considera una de las peores expresiones de la especulación financiera global. En este ánimo de recomponer la paz política, Francisco le da señales de convivencia y tolerancia a todo el kirchnerismo, desde la Presidenta, pasando por ministros, intendentes cuestionados y hasta Guillermo Moreno.
Pero sus voces autorizadas, los obispos, dicen lo que Francisco piensa. Que la Argentina está presa de la corrupción, de la pobreza, del juego, del narcotráfico, de la inflación y de los crecientes despidos. El propio ceremoniero del Papa, Guillermo Karcher, lo puso en palabras:
“el papa Francisco le preocupa la gobernabilidad y la democracia sana porque es argentino y vivió el 2001”.
Algunos dicen, para despegarlo a Francisco, que Karcher es un libre pensador que no expresa al Papa y que incluso hasta peca asiduamente de imprudente.
Quienes vivieron en estos días al lado de Francisco aseguran que Karcher le maneja toda la agenda al Sumo Pontífice, que tiene una extrema confianza con él, y que no diría nada que no haya escuchado, al menos, de la propia boca de Francisco. Y en su venida a Argentina, de vacaciones, primero a Buenos Aires y luego recalará en Córdoba, el jefe de protocolo vaticano no hizo más que desfilar por los medios, como Radio América e Infobae TV. ¿Mintió? ¿Metió la pata? ¿Pasó un mensaje? Quienes conocen a Bergoglio dicen que él, y también Cristina, que lo confesó desde el atril y desde el Twitter, están preocupados por la posibilidad de un estallido social a fin de año o antes. Y quieren dar un gesto fuerte para evitarlo.
Buen comentario Mariano, aunque creo que algún estallido va a haber y no del lado de la CGT opo, sino de las masas marginales del conourbano que manejan los narcos y las bandas organizadas y no van a ser para robar anonas sino los electro que no pueden comprar. Ojalá me equivoque.-
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S.S. EL PAPA FRANCISCO SE ESTA METIENDO EN UN CAMPO QUE NO ES PROPIO DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA DE LA CUAL EL ES LA CABEZA, O SEA DICHO EN OTRAS PALABRAS “LA POLÍTICA”. A MI ENTENDER FRANCISCO DIJO QUE RECIÉN QUE CULMINE SU MANDATO C.F. DE K. IBA A VISITAR A NUESTRA PATRIA, PERO APARENTEMENTE LE FUERON A METER A LA CÁMPORA Y LOS PROBLEMAS AL VATICANO. LA CULPA ES TANTO DE NUESTRA PRESIDENTA COMO LA DEL PAPA. YA QUE ESTAMOS DEJANDO DE CREERLES A AMBOS POR LAS CONSTANTES COMUNICACIONES ENTRE ELLOS. ACASO FRANCISCO SE OLVIDÓ Y PERDONÓ A ESTOS SEUDOPERONISTAS, LA QUEMA DE LAS IGLESIAS CUANDO FUE DERROCADO PERÓN POR PARTE DE LA JUVENTUD PERONISTA O TODO QUEDÓ EN EL OLVIDO?
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