LA NACIÓN, domingo 26 de octubre de 2014
En los últimos días habían circulado versiones de que Daniel Scioli podría encabezar una lista de unidad para las elecciones presidenciales de 2015 bendecida por la presidenta Cristina Kirchner. Pero su principal rival interno, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo , demostró que está dispuesto a enfrentarlo al criticarlo por “su falta de gestión”. Desde el sciolismo lo acusaron de “querer sembrar el miedo”.
Así se enrareció el clima electoral en el oficialismo después de varios días en los que Randazzo había moderado su campaña y en los que ciertos sectores de la Casa Rosada habían dejado trascender que la jefa del Estado podría apoyar a Scioli y negociar la mayor cantidad de espacios en las listas legislativas para La Cámpora . Esos trascendidos consignaban presiones a Randazzo para que se baje de la pelea presidencial y sea candidato a gobernador bonaerense, pero sus voceros niegan tajantemente que haya recibido insinuaciones y mucho menos que las vaya a aceptar.
En el oficialismo muchos vieron su ofensiva contra Scioli como una señal de pelea a pie firme. En un reportaje a MDZ Online, criticó la supuesta “falta de gestión de Scioli” y opinó que “es muy permeable a los factores de poder económico y mediático”.
Con probable venia de Scioli, el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, le contestó ayer que “no puede plantear su propuesta respecto de la descalificación y sembrar el miedo en los otros”. En declaraciones a Radio Continental, Marangoni, uno de los voceros de Scioli que más distancia toman del Gobierno, planteó que “hay un camino que es el de proponerle a la sociedad la trayectoria de cada uno, las ideas de cada uno, la actitud de cada uno y la gente va a terminar eligiendo a los que contribuyan a la paz”. Los voceros de Randazzo aclararon ayer que “lo de Florencio no fue un ataque a nadie, simplemente le preguntaron cuáles son las diferencias entre uno y otro”.
Pero sus declaraciones no parecieron inocentes. Dijo que “la falta de gestión de Scioli no le pasa solamente con los documentos de identidad, sino que la tienen en educación, en seguridad, en salud. En todos los ámbitos”. Randazzo dio así muestras de no estar dispuesto a bajarse de su candidatura.
“Me diferencia fundamentalmente el origen”, dijo. El ministro se presentó como “un militante desde 1983”, mientras que “Scioli emerge en los 90”. Y agregó “otra diferencia, yo creo en la gestión: Daniel Scioli no cree en eso”.
Marangoni manifestó que “la descalificación de los dirigentes” provoca “más desánimo que confianza” en el electorado.
Otro frente de conflicto del ministro es la presión de la oposición para que renuncie a su cartera si mantiene su candidatura. Es que Interior administra el presupuesto electoral, distribuye los fondos de los partidos políticos, sortea los espacios publicitarios gratuitos, organiza el escrutinio provisional y licita el proveedor del conteo.
En Interior aseguran que esas facultades son del director nacional electoral, Alejandro Tullio, y que sólo se atiene a la ley electoral. Atribuyen esa presión a la Cámara Nacional Electoral, que históricamente reclama esas competencias.
Pero Randazzo no renunciaría ni pediría licencia, al menos hasta tener certeza del escenario electoral. Sus voceros dijeron ayer a LA NACION que “para las primarias faltan 10 meses y algunos pretenden hacerlo renunciar porque saben que quedan muchos logros de gestión”..