La Nación, jueves 25 de enero de 2015
El gobierno de Cristina Kirchner anunció ayer que propondrá como candidato para cubrir una vacante en la Corte Suprema al abogado penalista Roberto Manuel Carlés, de apenas 33 años, que, según los primeros trascendidos de la Casa Rosada, fue sugerido por el ex ministro del tribunal Raúl Eugenio Zaffaroni , de quien es discípulo y con quien comulga en lo doctrinario. Tendría el aval del papa Francisco.
La propuesta, que debe ser convalidada por el Senado, con los dos tercios de los votos, tropezará con el anticipado rechazo de la oposición, lo que dificultará su aprobación.
La más reciente aparición pública de Carlés es su actuación como coordinador de la Comisión de Reforma del Código Penal, cuyo proyecto no fue tratado aún en el Congreso porque mereció fuertes críticas de la oposición. Entre otras cosas, eliminaba la reincidencia y reducía las penas para delitos graves.
“Es un zaffaroniano puro. Es como Zaffaroni, pero con 33 años y tiene un gran aprecio del papa Francisco. Se podría decir que ambos lo sugirieron como hombre para la Corte”, resumió a LA NACION un altísimo funcionario del entorno presidencial.
“No es de La Cámpora ni de Justicia Legítima”, agregó ese informante después del anuncio del ministro de Justicia, Julio Alak. Sin embargo, se lo considera un militante de la doctrina del abolicionismo penal, según la cual las penas no deben ser un castigo, sino una herramienta para reinsertar a los reclusos en la sociedad.
La oportunidad para formular el anuncio no fue tomada al azar. Por un lado, vencía el plazo legal de 30 días para presentar el nombre del candidato a suceder a Zaffaroni, que renunció el 31 de diciembre.
En la oposición sostienen que con el nombramiento la Presidenta buscó desplazar del foco de la atención pública el caso de la sospechosa muerte del fiscal especial de la AMIA, Alberto Nisman. El radicalismo ya anunció que no le dará al Gobierno los dos tercios de los votos en el Senado para que nombre en la Corte a un “militante” del kirchnerismo. Podría ser ésa la próxima pulseada política. Así, como una bomba de humo, la Casa Rosada lograría sacar de la discusión el conflicto por la muerte de Nisman, que claramente le incomoda frente a las elecciones.
Lo cierto es que ayer la Casa Rosada estaba embretada en una pelea con la fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte de Nisman, y con el imputado Diego Lagomarsino, que negó su vinculación con el hecho y con la Secretaría de Inteligencia, dos acusaciones que le formuló el Gobierno.
El anuncio de Carlés agregó otro tema al debate. El abogado penalista dijo en el canal chavista Telesur que apoyaría la disolución de la SI y la creación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que, según dijo, era una “deuda con la democracia”.
En la oposición, se abren ahora dudas sobre la aprobación del pliego de Carlés en el Senado. “La UCR no podía negarse a aprobar a León Arslanian, Ricardo Gil Lavedra o Mónica Pinto. Pero no puede aprobar a Carlés, que es abierto militante K”, decían ayer en el Parlamento.
De acuerdo con el decreto 222/03, a partir de la propuesta, el Gobierno debe publicar durante tres días, en el Boletín Oficial y en dos diarios nacionales, los antecedentes del candidato, para que, en un plazo de 15 días, los ciudadanos, ONG, colegios y asociaciones profesionales y entidades académicas y de derechos humanos puedan presentar observaciones.
En la Casa Rosada, defendieron a Carlés. “Tiene formación católica y era muy amigo de Alicia Oliveira, muy cercana a Francisco“, dijo una alta fuente oficial. “Tiene excelente relación con el Papa”, agregó. De hecho, se entrevistó dos veces con el Santo Padre en Roma y le presentó el nuevo proyecto del Código Penal.
¿Lo sugirió Zaffaroni o el Papa?, preguntó LA NACION a un allegado a la Presidenta. “Ambos tuvieron que ver”, dijo una fuente oficial.
Pero la buena relación con Francisco, al parecer, no siempre fue así. En 2011, cuando el kirchnerismo estaba enfrentado con Bergoglio, Carlés escribió en su cuenta de Twitter: “¿Cómo puede Bergoglio hablar de trabajo, y a los trabajadores? Bergoglio, que no laburó nunca en su vida!”.
Todo el que vaya a visitar al Papa tiene el “aval” para para que se lo pueda nombrar en puestos estrategicos .
O inmiscuirlo en su nombre en determinadas cuestiones internacionales como el “dialogo” de Obama con Castro.En el que quizas dio una opinión pero no está en las negociaciones.
Todos colgados de la sotana del Papa !
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Es suficiente aval conocer al Papa para ocupar un cargo público?
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