El Gobierno prevé una polarización e intenta evitar una segunda vuelta

La Nación, domingo 17 de mayo de 2015

En los últimos días, la presidenta Cristina Kirchner eliminó a varios precandidatos en la pelea interna del Frente para la Victoria para forzar una polarización con Daniel Scioli y Florencio Randazzo que ayude a acumular cerca del 40% de los votos en las primarias del 9 de agosto próximo y a superar el 45% en la primera vuelta del 25 de octubre. Quiere evitar un ballottage posterior.

La jefa del Estado teme que si hay ballottage, gane el precandidato de PRO, Mauricio Macri, que aglutinaría el “voto útil” opositor, con la antinomia “kirchnerismo o cambio”.

Además, Cristina Kirchner necesita muchos votos el 25 de octubre: en esa elección -y no en el ballottage- se eligen gobernadores, intendentes, diputados y senadores. Del número de esa representación depende su poder político en el futuro.

Con el sistema de doble vuelta argentino, un candidato presidencial que supera el 45% queda consagrado como presidente, sin segunda vuelta. La otra alternativa es que supere el 40% y saque una diferencia de más de 10 puntos sobre su segundo.

“Hoy, 40 puntos para Scioli en octubre no es suficiente. Macri estará cerca de esos 40 y a menos de 10 puntos. Habría ballottage. Hay que sacar 45”, advierten en Balcarce 50.

“Cristina se ocupó de fabricar una polarización entre Randazzo y Scioli, y autorizó al ministro del Interior y Transporte a embestir contra el gobernador bonaerense”, confió a LA NACION una alta fuente del oficialismo. La semana última Cristina hizo renunciar a varios precandidatos presidenciales que atomizaban la pelea: Sergio Urribarri, Agustín Rossi y Jorge Taiana. Sus votos, aunque sean pocos, irían a Randazzo.

El legislador porteño Jorge Taiana; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; y el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri

Otro escenario desató la euforia en la Casa Rosada: varios dirigentes del viejo peronismo abandonaron al candidato presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa. Algunos regresaron al oficialismo o lo negocian: Martín Insaurralde, Darío Giustozzi, Sandro Guzmán, Baldomero Álvarez y Mario Das Neves. Y otros buscaron otro destino: Juan José Álvarez, Jesús Cariglino o Gustavo Posse, entre varios.

Esa constatación le abrió al kirchnerismo la esperanza de recuperar votos peronistas para Scioli.

Hoy, las encuestas de Scioli dicen que tiene 36 puntos; Macri, 30, y Massa, 22. El macrismo acusa una diferencia apenas menor.

“Muchos están volviendo al PJ porque dicen que no quieren ser funcionales a una derrota del peronismo”, reveló Scioli en encuentros informales entre dirigentes.

Ante el descenso de Massa en las encuestas, Cristina y Scioli coinciden en la estrategia de agudizar la confrontación con Macri. “Nuestro rival será el jefe de gobierno porteño para que Massa se diluya y su voto se traslade a Scioli o a Macri. Si ambos crecen, en las PASO Scioli se arrimaría al 40%. Luego, Massa perdería mucho «voto útil» y ya en la primera vuelta podría perder más adhesiones aún. Y Scioli podría superar así el 45%”, confió a LA NACION un ministro del Poder Ejecutivo. “Es la única esperanza de ganar: liquidar el pleito en primera vuelta; un ballottage sería peligroso contra Macri: nos puede volcar el «voto útil» opositor y anti-K”, señaló.

Sergio Massa, Diputado Nacional, pre candidato a Presidente (Frente Renovador)

“Hay que ver hasta qué piso llega Massa. A fin de mes sabremos cuánto voto pierde y hacia quién va”, dijo ayer a LA NACION una fuente del PJ. Scioli considera que esos sufragios se reparten así: 70% para él; 30% para Macri. El macrismo considera que se reparten en forma más pareja.

Randazzo radicalizó su discurso contra Scioli porque su meta es acumular en el kirchnerismo puro. Para Cristina, es útil sumar por izquierda con Randazzo y que Scioli atraiga a la franja peronista tradicional. De hecho, Randazzo consiguió ayer el apoyo de Carta Abierta, los intelectuales K más ideologizados, que habían fijado posición en contra de Scioli.

En el sciolismo existe otra interpretación. “Scioli creció mucho y ella quiere sacarle un pedazo para que no llegue tan fortalecido”, dijo un operador. “La radicalización de Randazzo, con posturas tan ideologizadas, no resulta creíble. A «el Flaco» lo conocemos y no piensa de ese modo”, agregan cerca de Scioli, que no les contestará a sus críticas.

Daniel Scioli y Cristina Kirchner

¿Cómo incidiría una candidatura de Cristina? Es el gran interrogante en el kirchnerismo. No dio señales de si irá como candidata a parlamentaria del Mercosur o a diputada nacional. En el PJ debaten sobre si podría postularse a ambos cargos: el artículo 22 de la ley 26.571 se lo impide. Y el Parlasur no tiene todavía peso político regional: durante este año aún no sesionó ni una sola vez.

Scioli considera que Cristina sumaría apoyo. Pero en el PJ temen que ella reste votos en centros urbanos y en distritos del centro del país: Córdoba, ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza. Allí la popularidad de ella está más desgastada..

Escuchá a Mariano Obarrio en Unas Cuantas Verdades los sábados de 10 a 12 en FM Concepto 95.5 (o hace click acá)