Por Marina Carbajal
Si bien el peronismo intenta imponer la idea de que la fórmula Scioli-Zannini ganaría en primera vuelta, la performances del Frente para la Victoria en los 11 distritos donde se han elegido gobernadores y legisladores locales en lo que va de este año hacen casi imposible realizar una conjetura semejante.
Hasta ahora se votó en 11 provincias que representan el 41,85% del padrón nacional. Según el relevamiento del encuestador Jorge Giacobbe, los candidatos del FPV obtuvieron el 31.79%. Esto quiere decir que fueron votados por el 11,76% del padrón total nacional. Si bien no estuvo en juego la candidatura de Scioli-Zannini, y se eligieron candidatos locales, el mapa de estas elecciones puede ser un indicador de lo que pasará a nivel nacional.
Para ganar en primera vuelta, se debe obtener 40% con una ventaja de al menos 10 puntos sobre el segundo, o bien obtener más del 45% de los votos.
Para superar los 40 puntos en primera vuelta, el Frente para la Victoria debiera sumar más del 28,26% del padron nacional total en el resto de las provincias que aún no fueron a las urnas. Esto significa que dentro el universo que aún no votó, el 58,15%, debería obtener 48,56%, lo que equivale al 28,26% a nivel nacional.
Si se diera el segundo caso donde obteniendo el primer lugar no hubiera una diferencia sobre el segundo mayor a diez puntos, para tener los votos del 45% del padrón debiera obtener 57,16% sobre el electorado que aún no ha votado (58,15%).
Cabe destacar, por otra parte, que dentro del grupo de provincias en las que no se votó está Buenos Aires, que representa 37,5 % del electorado nacional. Allí Scioli-Zannini estarían midiendo entre 40 y 45% , muy por debajo de lo que estimamos necesario para ganar en primera vuelta y casi imposible de compensar con otros distritos.
No debemos extrapolar linealmente las elecciones locales con las nacionales. En Córdoba, por ejemplo, en un escenario de alta polarización, es posible que parte del voto de De la Sota tras las PASO se incline por Scioli aunque otra porción podría optar por Massa o por Macri. Análogamente, en otras provincias como Salta donde el Gobernador obtuvo más de un 51%, es posible que parte del electorado de Urtubey lo prefiera a Macri o a Massa. Con lo cual las migraciones de voto podrían tener cierto equilibrio y el resultado de los elecciones locales servirían como aproximación de lo que sucederá a nivel nacional.
En este escenario más allá de los humores exitistas o derrotistas el Frente para la Victoria no ganaría en primera vuelta. En el caso de la oposición, realizar este ejercicio sería menos preciso por cuanto a nivel local presenta más fragmentación que en el orden nacional. Pero aún previendo una alta polarización a nivel nacional es difícil imaginar un escenario unificado que permitiese a un candidato opositor ganar en primera vuelta.