LA NACIÓN, sábado 31 de octubre de 2015
La principal expresión de la tregua entre la presidenta Cristina Kirchner y el candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, fue la redefinición de la campaña para el ballottage del 22 de noviembre que incluye el objetivo de atacar al postulante de Cambiemos, Mauricio Macri, a partir de agitar el fantasma de la ingobernabilidad y de la eliminación de los beneficios sociales para reducir la pobreza.
Las mediciones en encuestas posteriores a la derrota electoral del domingo último determinaron que los principales flancos débiles de Macri son el peligro de que no garantice la gobernabilidad ni la continuidad de los logros sociales de la gestión kirchnerista.
“Macri es visto por la gente como un empresario rico, al que no le interesa la pobreza y no puede sostener la gobernabilidad. Esa crítica entra en la gente”, dijo a LA NACION una fuente oficialista. Confrontarán los dos perfiles: “Es Scioli contra Macri”.
La Presidenta inauguró ese cambio en su discurso de anteayer en la Casa Rosada ante miles de militantes en el que agitó el caos si no se respeta el modelo. “No quiero ver que se desmorone lo que nos costó años”, dijo al final de su arenga.
Se trata de la campaña del miedo al cambio: nosotros o el caos. Alentarán el temor a perder beneficios y a que Macri no pueda aprobar leyes en el Congreso y tenga desorden social en las calles.
En sus discursos, Cristina mencionó las políticas que ella considera exitosas y que Macri y el resto de la oposición desaprobaron en sucesivas votaciones legislativas. Advirtió que el candidato opositor podría pagarles a los holdouts y revisar las estatizaciones de YPF, de Aerolíneas Argentinas y de Aguas Argentinas.
“Después no puede decir me arrepiento. Te arrepentís vos, pero se jodieron los 40 millones de argentinos”, advirtió anteayer.
Luego de la tregua entre el kirchnerismo y el sciolismo, la Casa Rosada y el equipo de Scioli tenían cierta euforia por un supuesto repunte tras el acto de anteayer entre el candidato del FPV y doce gobernadores del PJ en Tucumán.
También había mejores ánimos por el apoyo de Cristina a Scioli durante sus discursos de anteayer, donde pidió la continuidad del modelo, aunque lo hizo sin mencionar al candidato. En los días previos, Scioli había recibido fuertes críticas de funcionarios y dirigentes del kirchnerismo por el ajustado triunfo del domingo último, por 36 a 34% de los votos, que lo podría debilitar para la segunda vuelta.
“Ahora estamos todos juntos y vamos para adelante. Tomaremos la agenda de propuestas de Massa para buscar el voto massista”, dijo un allegado a Scioli y a Cristina.
El candidato, precisamente, anunció anteayer que apoyará el 82% móvil para los jubilados, aunque la Presidenta recordó luego que vetó esa ley en 2010, y la eliminación del impuesto a las ganancias para los trabajadores (ver página 23).
En los últimos días, circuló la versión periodística de que el asesor en campañas brasileño João Santana podría aportar algunas ideas a Scioli, aunque en el equipo sciolista lo negaron.
Se trata de un experto en campañas negativas y en ballottage que asesoró a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para ganar las elecciones del año pasado.
Las ideas fuerza de esa campaña eran: “Cuando uno da un paso al frente en la vida necesita preservar lo que conquistó. No podemos dejar que los fantasmas del pasado vuelvan y se lleven todo lo que conseguimos con tanto esfuerzo. No podemos rendirnos a las falsas promesas. Brasil no puede volver atrás”.
Precisamente, Scioli vinculó ayer a Macri con la Alianza y con la crisis de 2001, lo acusó de buscar “la competitividad vía el ajuste, que es bajar los salarios reales”. Pidió no votar “en contra de los propios intereses de los trabajadores”.
“Tengamos cuidado ahora, no nos autocastiguemos. Las devaluaciones ya las vivimos en el pasado, es pérdida del salario real. Lo dicen ellos, dejar librado al mercado el tipo de cambio. Son recetas que ya fracasaron”, dijo Scioli.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, advirtió que Macri podría liberar a los represores de la última dictadura militar. La orden a todos los funcionarios es instalar el miedo al pasado.
Denostar a Macri ,tratar de convencer al ciudadano que Cambiemos es igual que la Alianza ,con fé y esperanza como dice Scioli el pueblo argentino decidirá el 22N por “Cambiemos” la estrategia desgastada y obsoleta , juega a favor de Macri .
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Denostar a Macri ,tratar de convencer al ciudadano que Cambiemos es igual que la Alianza ,con fé y esperanza como dice Scioli el pueblo argentino decidirá el 22N por “Cambiemos” la estrategia desgastada y obsoleta , juega a favor de Macri .
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