LA NACIÓN, 20 de febrero de 2016
Luego de haber conseguido oxígeno político anteayer con el anuncio de la rebaja en el impuesto a las ganancias para los trabajadores en relación de dependencia, el presidente Mauricio Macri aclaró ayer que resolvió postergar hasta 2017 las modificaciones de las escalas del gravamen pese a que había prometido impulsarlas en marzo próximo. Por ese motivo desató fuertes críticas de sectores políticos, sindicales y en tributaristas.
Como contrapartida, dijo que el gobierno nacional analiza una suba en el mínimo no imponible del impuesto a los bienes personales que se comienza a pagar a partir de un patrimonio de 305.000 pesos y que hoy alcanza a la mayoría de la clase media.
“El año que viene, después de un largo debate, habrá que trabajar sobre el tema de las escalas del impuesto a las ganancias”, dijo Macri en declaraciones a la radio Cadena 3 de Córdoba. El propósito de la Casa Rosada es que la discusión se traslade al Congreso, entre todos los bloques partidarios, y así poder dilatarlo en el tiempo.
De ese modo, pareció relativizar del efecto político positivo que había tenido en sectores gremiales su anuncio de anteayer en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno en plena discusión por las paritarias salariales. Macri había presentado la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, que pasó de un piso salarial de 15.000 pesos a otro de 30.000.
En la Casa Rosada explicaron ayer a LA NACION que el Presidente buscó “hablar con la verdad, no ocultar nada y decir las cosas como son”. La decisión de no avanzar sobre las alícuotas del impuesto a las ganancias obedece a que la situación fiscal es muy comprometida y el impacto habría sido mayor, cuando en el Gobierno existe una discusión interna acerca de la magnitud del ajuste para avanzar en una política contra la inflación.
Con el anuncio de anteayer, 180.000 contribuyentes dejarán de pagar Ganancias y el resto tributará entre 8 y 22% menos. Y el Estado dejará de percibir unos 49.000 millones de pesos al año. En su discurso del jueves, Macri no dijo nada sobre la reforma de las escalas del gravamen.
Pero el oficialismo había dejado trascender que se comenzarían a debatir en marzo próximo en el Congreso para que se dispusiera mediante una ley. Por eso mismo, la mayoría de los dirigentes sindicales había dicho que la medida era un “paso adelante” en el poder adquisitivo del salario.
Macri les había prometido en conversaciones preliminares que la rebaja en ganancias alcanzaba al mínimo no imponible y también a las escalas del impuesto. Pero ayer pateó ese debate hasta 2017 y con ello desató una ola de críticas.
Quizá para compensar la mala noticia Macri anuncio que además se elevará el piso a partir del cual se pagan bienes personales, lo que también implicará una mejora en la clase media. “Estamos trabajando en eso, en subir el mínimo. Hoy entra el que tiene una vivienda familiar. Eso está mal”, dijo.
Sobre Ganancias se excusó de no haber reformado las escalas. “Sé que a algunos les parece poco, pero es un 160% de aumento en el mínimo no imponible. Es un salto enorme. Y el año que viene, después de un largo debate, habrá que trabajar sobre el tema de las escalas, que es la otra cosa que no funciona bien”, sostuvo el Presidente.
“Primero acá se viene un debate de cuál es la escala razonable. Hay que hacer escalones lo más justos posible, porque un peso más dispara excesivamente para arriba; y después, que fijemos cuál es el sistema para que tengan un ajuste automático, para que no vuelva a tener la distorsión de ahora”, señaló Macri.
Tampoco especificó si el mínimo no imponible de ganancias se ajustará automáticamente, discusión que también delegó en el Congreso de la Nación.
La reacción no tardó en llegar desde los sindicatos. El jefe de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, advirtió que “Macri no está cumpliendo con sus promesas” y dijo que postergar el debate por las escalas sería “mantener una injusticia”. Precisamente las mejoras en Ganancias, además del IVA, las asignaciones familiares y los fondos para las obras sociales, son una carta del Gobierno para moderar el reclamo de los sindicatos en las próximas paritarias.
Para el diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, “el anuncio de Ganancias tiene sabor a poco” .
Por separado, diversos tributaristas aseguran que, si se demora el cambio en las escalas hasta 2017, con una inflación del 30% y paritarias con aumentos similares se podría neutralizar la mejora en el mínimo no imponible.