El papa Francisco quiere comenzar a distanciarse de la imagen de Cristina Kirchner. Obispos y cardenales de Roma y de Argnetina expresaron discretamente su malestar con esas fotos. El Papa busca también revertir el desgaste que esas imágenes le generaron en los sectores medios de la Argentina, que vieron con malos ojos la sobreactuación de La Doctora y la estudiantina embanderada de La Cámpora en los solemnes salones del Vaticano. También escuchó a la secretaría de Estado vaticana que dirige Pietro Parolin.
Hay indignación en los obispos argentinos y en los de la curia vaticana por el uso y abuso que hizo la Presidenta y su séquito de jóvenes radicalizados de las fotos con el Santo Padre. Esas autoridades eclesiásticas consideran que los pibes cristinistas se aprovecharon de la generosidad del Papa.
La consecuencia de ese uso y abuso de las fotos con el Santo Padre se resumieron en la nota del último domingo de Joaquín Morales Solá, que fue a Roma a entrevistarlo http://www.lanacion.com.ar/1733084-poder-politica-y-reforma-a-solas-con-francisco
La buena noticia es que el Santo Padre escucha. No tenía margen para otra cosa: también es cierto que en esas jerarquías cuestionaron el excesivo buen trato por parte de Francisco a Cristina Kirchner y sus 33 acompañantes de la última visita.
El número de la comitiva molestó a muchos cardenales. También disgustó que Cristina Kirchner, una jefa de Estado, haya ido 3 veces a reunirse a solas con el Papa en un año y medio: ningún presidente del mundo lo visitó más de una vez.
Aunque no sea su intención, eso en cualquier país se traduce como favoritismo por el país en el cual nació el Pontífice.
Hay algunas explicaciones domésticas a la generosidad de Francisco con Cristina:
1-Quiere enviar un mensaje a todos los sectores sociales argentinos para que no perjudiquen a Cristina más de lo que ella misma se boicotea y que preserven la gobernabilidad. El ceremoniero papal, Guillermo Karcher, no mentía cuando decía que a Francisco le preocupa la gobernabilidad en el país, aunque Cristina lo desmintió luego.
2-Quiere que el populismo se consuma en su propia salsa: que dure todo su mandato institucional para que luego de un estrepitoso fracaso no tenga margen para resucitar y nadie lo quiera rescatar nunca más. La Guerra de las Malvinas sepultó para siempre los golpes militares. El populismo sepultaría para siempre al mismo populismo.
3-Quiere que el peronismo esté unido y que Cristina apoye al candidato con más chances para que no haya guerras sangrientas dentro del peronismo, las que él conoce. De paso, Scioli tendría allanado su camino a ser candidato y polarízaría con Macri, el otro al que Bergoglio considera como afín a las ideas de la Iglesia. Con eso dejaría afuera a Massa, a quien todos dicen que el ex cardenal argentino le hizo una cruz.
Los fines del Papa pueden ser loables, pacifistas, integradores y ecuménicos. Pero los medios elegidos fueron muy criticados por los propios fieles de la Iglesia tanto en los templos como en las redes sociales. Tambien los obispos, y más los argentinos, conocen muy de cerca a los Larroque, Otavis y De Pedro y saben de las segundas intenciones de su conversión al “Francisquismo”. Ahora luego de los mensajes internos que le llegaron de la curia romana, de que cuide el protocolo, Francisco parece que diversificará sus mensajes hacia otros sectores.
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