El papa Francisco convocó para el lunes pasado a un Partido Interreligioso por la Paz en el Estadio Olímpico. La idea no podía ser mejor dado que el fútbol es un factor de unión entre los pueblos y llega por la televisión a todas los continentes y las clases sociales, máxime cuando se convoca a las grandes estrellas presentes y pasadas.
Desentonaba, sin embargo, la presencia de Guillermo Moreno en la foto junto al Santo Padre. ¿Cómo es posible que semejante personaje haya participado en primera fila de la celebración de un valor tan elevado como es la Paz?
Moreno es un reconocido patotero, un barra brava de la política argentina, que incluso fue exiliado por su mentora que no lo podía sostener en el gobierno por su fuerte desgaste. Descabezó el Indec y echó de pésima manera a todos los funcionarios técnicos de carrera y experimentados, entre ellos Cinthya Pok, directora de IPC, con las más violentas amenazas y extorsiones. Vueltas de la vida: ahora en Roma es recibido por el Papa en un evento mundial por la Paz.
Como secretario de Comercio Interior, encabezaba marchas junto con el ex boxeador Acero Calí, y un grupo de barras bravas en actitud desafiante. Amenazaba a empresarios, los invitaba a pelear y maltrató a varias mujeres cobardemente por pensar diferente: la despachante de Aduana Paula De Conto se animó a contar cómo intervenía Guillermo Moreno en la Aduana y lo denunció por abuso de autoridad. El Secretario la echó a los gritos de su despacho.
Sandra González, presidente de Adecua, también sufrió sus malos tratos y fue expulsada de una reunión por el energúmeno funcionario de La Doctora. Debió dejar esa reunión tomada a la fuerza del brazo por dos matones de Moreno. También luego lo denunció por amenazas y abuso de autoridad.
No solo eso. Moreno fue procesado por abuso de autoridad por una denuncia de Jorge Todesca, dueño de una de las consultoras privadas que medían la inflación real y sufrieron por ello multas de 500 mil pesos. Moreno pretendió imponerle al país y al mundo los índices adulterados del Indec, que le valieron a la Argentina memorables papelones internacionales, entre ellos la prohibición al FMI para acceder a monitorear las éstadísticas nacionales como lo hace con cualquier pais miembro. La mentira de Moreno aún es examinada por el Fondo que tiene pendiente una moción de censura por la mala calidad de los números argentinos.
El tristemente célebre ex funcionario, y actual agregado económico en la embajada en Italia, debería estar preso y no disfrutando de un exilio dorado en Roma. Y mucho menos al lado del Papa.
Moreno agudizó un absurdo control de precios que no hizo más que esconder el origen del problema de la inflación y con ello la llevó a niveles intolerables para los pobres. También presionó a los supermercados para que no publicaran publicidad de ofertas en la prensa, en una actitud abiertamente contraria a todas las libertades más esenciales, económicas, políticas y de expresión, y en contradicción con el derecho a la información.
Muchos cristianos, católicos, practicantes o no, estarán hoy absortos en la incredulidad por ver a ese lamentable funcionario-pseudodiplomático argentino al lado de la mayor autoridad moral de la Iglesia. Una foto que hace ruido por donde se la mire.
“Soy claro y contundente. Nosotros, empezando por el Secretaio de Estado Guillermo Moreno, más toda su gente, se banca lo que se tenga que banca pero acá no se vota”
¿No tenía el Vaticano otras figuras que más representativas de los valores de la Paz, la Misericordia, el Amor al otro, la Tolerancia, la Verdad, la Transparencia y la No Violencia? ¿Quién le elige las fotos al Papa?
Moreno es un individuo que representa todo lo contrario a los valores que debería promover nuestra Iglesia. Aunque se le conocen dos méritos hacia Francisco. Por un lado fue él quien convenció a La Doctora, luego de ungido Papa el cardenal Jorge Bergoglio, de que el nuevo Pontífice era peronista y por ende no había que atacarlo sino apropiárselo apara el PJ. Eso cambió la actitud de Ella, que había sido beligerante en las primeras horas del papado de Francisco en marzo de 2013. El Santo Padre devolvió las gentilezas con infinitas muestras de amistad hacia la Presidenta.
La segunda obra de bien de Moreno fue gestionar por medio del abogado Victor Stinfale la presencia de Diego Armando Maradona en el partido que se jugó en el Estadio Olímpico. Así fue como también en la foto apareció Maradona, otra figura que no entra en el mundo de los buenos valores que debe promover la Iglesia, como el amor a los demás, la vida sana, la educación, el equilibrio, la tolerancia y la diversidad.
¿No importa nada el valor simbólico de las personas para la Iglesia? Acaso habrá que aceptar que los nombres rutilantes justifiquen cualquier sacrificio a los valores en el altar sagrado del márketing político y fotográfico. Ver la figura del Papa junto con Guillermo Moreno es ver llorar la Biblia junto a un calefón
Hoy resulta que es lo mismo,
ser derecho que traidor.
Ignorante, sabio, chorro,
pretensioso estafador.
Todo es igual… Nada es mejor!
Lo mismo un burro,
que un gran profesor.
No hay aplazados, ni escalafón,
los inmorales nos han igualado.
Si uno vive en la impostura,
y otro afana en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.