bergoglio

Plegaria al padre Jorge de Roma para que reciba a todos los partidos políticos

Luego de haber leído la , me convenzo más de que el Santo Padre podría aprovechar su reunión con la Presidenta el 7 de junio próximo como una oportunidad para ampliarla a una gran cumbre de diálogo, paz, integración, convivencia y reconciliación con todos los líderes y candidatos presidenciales que tengan posibilidades de ganar en las elecciones de octubre próximo.

No recibiría a una Presidenta saliente en plena campaña electoral, con el riesgo de intervenir en la política interna en favor de una facción, sino que recibiría a ella y a todos los candidatos a sucederla. Juntos.

¡Qué gran gesto de fortalecimiento de nuestra democracia y de nuestro sistema de partidos políticos! Todos los que pueden continuar en el poder desde diciembre próximo, en una transición ordenada, estarían reunidos en la mesa del Papa argentino para darse la mano y mirarse a los ojos.

En la casa del Padre, allí en Roma, podrían comenzar a desandar el camino ejemplar de “Amar hasta que duela”, como decía la madre Teresa de Calcuta, o de “amar hasta los enemigos” como nos pide Cristo y enseña sabiamente Francisco en sus profundas homilías. ¿Quién podría negarse, en una audiencia con el Papa, al encuentro con otros adversarios políticos que merecen tanto el diálogo con el Santo Padre como la propia Presidenta que ya tuvo cuatro audiencias? Es la gente a la que todos ellos representan la que merece esa audiencia integradora.

El diálogo pide palabras y el verbo es el principio de la acción. Con las palabras comenzarían a hacer. A palabras buenas, acciones buenas.

Cuando lo propuse en la primera columna, hace dos días, tenía dudas de que podía ser un delirio impracticable, soñador como soy. ¿Pero no era acaso un sueño tener un Papa argentino? Entonces vamos por más.

Puesto en la impecable redacción de Alfredo, a quien admiro, me convencí de que la idea no era tan imposible y de que los sueños también son ideas. ¡Gracias amigo! ¿Qué necesidad hay de dividirnos porque un Papa argentino reciba a un líder de un partido y deje de lado a otros, si puede hablar con todos?

Como dijo Alfredo, no hacerlo sería una oportunidad desaprovechada y perdida. El gran tema de conversación de ese encuentro podría ser la transición, la época política más crucial que vive el país, el futuro de la Argentina como país de paz, de progreso y de luz cristiana y mariana hacia el Mundo, que es lo que debemos ser. Jesús y María pueden ayudar a ese encuentro definitivo entre los argentinos.

¿Por qué no soñar y pedir con fe? ¿Por qué no elevar esta plegaria a Dios y al padre Jorge que dirige la Iglesia desde Roma? Si eso es un mandato bíblico. Mateo dice: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá(Mt 7,7-8) Lo pedimos dos periodistas desde el último banco del templo, con toda humildad y clamando perdón por la osadía, con esa conciencia de que somos muy pequeños para dar ideas pero con el convencimiento de que algunos católicos, judíos y de otras religiones piensan igual.

¿Por qué en su mesa sagrada no pueden reunirse nuestra Presidenta y todos los opositores si en el Mundo pasan cosas mucho más milagrosas que ella misma celebra y que el propio Papa ha promovido y bendecido?

El papa Francisco fue clave para que se descongelara la relación entre los Estados Unidos y Cuba, los países de Occidente firmaron acuerdos nucleares con Irán, entonces los adversarios políticos de un país del fin del mundo que pelean egos y codicias están obligados a dialogar. Y a compartir un buen momento con Francisco, que tiene ante sí la oportunidad de la integración nacional definitiva, de la amistad social salvadora.

El 7 de junio es el Día del Periodista. El Papa podría regalarle a los diarios y a la prensa en general un gran título y una enorme foto: una mesa con una animada conversación entre Cristina, Scioli, Randazzo, Macri, Sanz, Carrió, Massa, Stolbizer, De la Sota y Rodríguez Sáa. No sería una mesa sectorial, sino una mesa nacional. Sí, nacional y bajo la mirada de Cristo. Del Jesús de los pobres. El regalo sería para todos.

Nadie podría sospechar así, como el mismo Papa se lamentó, de que “lo usan” para una foto mezquina. De ese modo tampoco debe cuidarse de “interferir en la campaña” como él mismo dijo para anunciar que no recibiría a más políticos hasta las elecciones. No hace falta semejante penitencia. Es mejor la gracia porque enriquece.

El Espíritu y la Providencia estarían allí para encargarse del resto. Nadie podría sospechar del uso de una imagen porque él mismo, el padre Jorge, sería el convocante a todos como jefe de la Iglesia Católica. Sería un diálogo cristiano y fecundo sobre una agenda abierta, donde todos estarían obligados a la buena fe. No está en juego el futuro personal de algunos, ni de candidatos ni de presidentes salientes, ni su posicionamiento en las encuestas, sino el futuro de 40 millones de argentinos y en especial de los 15 millones de pobres.

La Argentina necesita salir por el diálogo, el acuerdo, la integración y el reconocimiento del otro. Cuidarnos los unos a los otros. Y nuestros líderes deben dar el ejemplo. Se puede comenzar allí por los temas que unen y no los que dividen y enfrentan. En la Iglesia hay que hablar de los pobres.

¿Qué tipo de educación tendremos, cómo mejorarla? ¿Cuántas escuelas, maestros y cuáles currícula debemos tener? ¿Cómo implementar verdaderos planes de salud, con qué recursos materiales y humanos? ¿Cómo hacer para que en los hospitales nacionales, provinciales o públicos no falten insumos?

¿Qué áreas estratégicas de desarrollo productivo potenciar y con qué políticas? ¿Qué haremos para agregarles empleo y cultura del trabajo a los beneficiarios de los imprescindibles planes sociales? ¿Cómo asegurarles recursos humanos calificados y bien formados en la cultura del trabajo a los industriales que en el futuro inviertan en la Argentina? ¿Cómo hacer para que los pobres dejen de vivir en las calles, en los cajeros automáticos, y en las plazas? ¡Y para que tengan futuro!

Otros temas más espinosos podrían quedar para una segunda instancia si esta experiencia prospera- Dios quiera. O quedar librados al juego de las mayorías y a la batalla política que es legítima siempre que se libre con buenas artes. Pero este diálogo inicial podría ser un buen puntapié en Roma entre todos los que no pudieron verse las caras en 12 años. Para grandes problemas grandes soluciones.

Sería la chispa de arranque de una convivencia pacífica, de una pelea electoral transparente y sin golpes bajos, sin violencia verbal ni política, sin avances sobre la democracia, la República y el federalismo, integrando las ideas y los proyectos, debatiendo y escuchando, recuperando valores perdidos sin los cuales cualquier cambio en el futuro no será sostenible en el tiempo porque siempre serán parte de la lucha interminable de un país contra otro en un mismo territorio.

Que Dios nos ayude. Amén.

10 pensamientos en “Plegaria al padre Jorge de Roma para que reciba a todos los partidos políticos”

  1. Estimados , los deseo de este artículo son maravillosos ,pero , como se dice por allí , sería un verdadero milagro reunirlos , pero , peor aún , son las calidades y cualidades morales de los participantes de la reunión y sin querer ofender a nadie , además de virtudes , les falta capacidad , inteligencia , son verdaderos torpes , brutos de la política , ciencia maravillosa que en manos de estos inescrupulosos , la hacen una porquería .

    Me gusta

    Responder
    1. En parte tenés razón, pero habría que probar, no todos los candidatos son iguales…Qué lejos están uno del otro, Stolbizer con Randazzo, para dar un ejemplo. Apuesto a que tal vez se modifique algo de la visita. LO DESEO.

      Me gusta

      Responder
  2. Mariano cada dia mas claro y contundente ! en tantos años que te sigo ,esta vez amigazo me dejaste muda .! Coincido con tú opinión!

    Me gusta

    Responder
  3. Pingback:
  4. Excelente comentario y excelente idea. Ojalá le llegue al Papa Francisco. Nuestra patria necesita consenso para poder salir de estos 12 años y algunos más. El próximo Presidente tendrá que tener el apoyo de las demás fuerzas políticas y de todo el Pueblo argentino para llevarnos al lugar de privilegio que nuestro país se merece. Qué mejor que una reunión con el Papa , que con amor y sabiduría, pueda convencerlos a todos. Debería intentarlo

    Me gusta

    Responder
  5. ♦FIRMO, SUSCRIBO, APOYO Y CELEBRO HASTA LA ULTIMA COMA DE LA CARTA DE ALFREDO LEUCO, PANCHO, DALE BOLA HABLA POR MUCHOS. LA IDEA DE ES GENIAL‼

    Me gusta

    Responder
  6. Impecable Mariano y no dejás puntada sin coser. Estupenda tu capacidad de visión. Tus críticas van acompañadas de propuesta. Es muy positivo lo que hacés. Gracias.

    Me gusta

    Responder

Deja un comentario