La Nación, domingo 31 de mayo de 2015
Con luz verde de la presidenta Cristina Kirchner, los jefes de La Cámpora pactaron con los dos precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli y Florencio Randazzo, y con los intendentes bonaerenses del PJ, un aumento de cargos en el Poder Ejecutivo Nacional y la mayoría en las listas de candidatos a legisladores nacionales y provinciales. Aspiran también a terciar en la elección del candidato a vicegobernador en la provincia de Buenos Aires.
Con un vicegobernador propio, podrían conducir el Senado bonaerense. A eso se suma que el diputado provincial camporista José Ottavis intenta presidir la Cámara de Diputados provincial, de la que ahora es vicepresidente.
Según pudo saber LA NACION, la estrategia es de Cristina y de su secretario legal y técnico, Carlos Zannini. Pero la ejecuta Máximo Kirchner, hijo de la Presidenta y jefe espiritual de La Cámpora.
Ella y Zannini no descartaron aún imponerles a Scioli y a Randazzo un vicepresidente camporista. Y les notificaron a éstos y a los gobernadores del PJ que en Olivos se decidirán las listas de diputados y senadores nacionales. La Cámpora tendrá prioridad: la prueba piloto fue Mendoza: Anabel Fernández Sagasti será candidata a senadora y Guillermo Carmona, a diputado.
Scioli y Randazzo le reconocen esa potestad. Y la propia Cristina podría encabezar la lista de diputados en la provincia, para liderar su bloque en el Congreso.
El objetivo consiste en condicionar al futuro gobierno nacional, sea peronista u opositor, y al próximo gobernador bonaerense.
“Los pibes quieren tener el mayor poder posible, afirmar su estructura desde el Estado nacional y provincial, custodiar el modelo, condicionar al próximo presidente, y garantizar el regreso de Cristina en 2019”, dijo a LA NACION un funcionario que los frecuenta.
A falta de un presidente “propio”, Cristina y La Cámpora reciclan la vieja máxima peronista “Cámpora al gobierno; Perón al poder”. Sería ahora “Scioli o Randazzo al gobierno, La Cámpora al poder”. En el PJ responden: quien sea presidente luego disciplinará a “los pibes”.
Por ahora Scioli y Randazzo aceptaron sin rodeos el acuerdo. El gobernador bonaerense siente que La Cámpora será su aliada antes y después de las primarias del 9 de agosto y de las generales del 25 de octubre. “Scioli respetará los espacios de todos ellos. Se quedan todos”, dijo una fuente del PJ provincial que trabaja con el gobernador. Por eso, elogió la semana última al ministro de Economía, Axel Kicillof, y anticipó que lo retendría en su gobierno, aunque no precisó en qué cargo.
Randazzo también los contendrá. Un vocero del ministro del Interior y Transportes lo confirmó a LA NACION. “Nosotros somos parte de este proyecto y no tenemos necesidad de sobreactuar apoyos ni promesas. Si sos parte de este gobierno y compartís las políticas de la Presidenta, como dice Scioli, ¿por qué necesitás prometerles cargos a quienes forman parte de este proyecto? ¿No será que tu pertenencia es forzada?”, ironizó.
En todos los ministerios del Poder Ejecutivo, existen concursos para incorporar 7500 empleados en la planta permanente del Estado. En muchos de ellos, como Economía, Cancillería, Desarrollo Social, Justicia, Cultura, Defensa, Planificación, Salud y Trabajo, La Cámpora pone la mayoría y logra otros contratos.
Máximo Kirchner bendijo una división del trabajo. Un grupo de La Cámpora apoya a Scioli: Eduardo “Wado” De Pedro; Mariano Recalde; Julián Álvarez, y Ottavis. El jefe formal de La Cámpora, Andrés Larroque, quedó cerca de Randazzo. Máximo habilitó otro acuerdo con los intendentes: en distritos donde La Cámpora presente candidatos a intendente contra los barones del PJ, como Lanús, Mercedes, La Plata o Mar del Plata, ningún camporista abrirá listas colectoras para dividir el voto y perjudicar a los jefes del lugar. Aunque pierdan, todos competirán en las primarias municipales dentro del PJ. Y a cambio de integrar el mismo frente exigirán poner la mayoría de los candidatos a diputados y senadores provinciales para controlar la Legislatura. Los intendentes colarán menos legisladores por cada lista.
La agrupación de jóvenes K también quiere nombrarle el candidato a vicegobernador a cada uno de los postulantes a gobernador: Julián Domínguez, Aníbal Fernández y Fernando Espinoza. Así, La Cámpora podría retener miles de cargos en el Poder Ejecutivo, fortalecerse en el Congreso, colocar vicegobernadores propios y consolidarse en las principales legislaturas provinciales..