La Nación, jueves 18 de junio de 2015
Sin la presidenta Cristina Kirchner en la Casa Rosada, el gobernador bonaerense y precandidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, causó ayer el más fuerte revuelo de los últimos tiempos en el palacio gubernamental cuando ingresó en Balcarce 50 para visitar a su flamante compañero de fórmula, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, con quien comenzó a diseñar la estrategia con miras a las elecciones primarias del 9 de agosto próximo.
Fue el primer encuentro entre ambos luego del resonante anuncio de la fórmula Scioli-Zannini, que tuvo fuertes repercusiones políticas y en los mercados financieros, con apreciables caídas en las acciones y un repunte del dólar paralelo.
Un dato gestual, por demás llamativo, consistió en que pese a que Scioli será el precandidato a presidente, fue él quien visitó a Zannini en su despacho de la planta baja de la Casa Rosada.
Pero en el entorno del gobernador desestimaron que ello fuese un gesto de debilidad. Aseguran que Zannini terminará siendo un funcionario leal a Scioli, como lo es el vicegobernador Gabriel Mariotto, también impuesto en 2011 por la Casa Rosada.
Los dos mantuvieron el hermetismo sobre su encuentro y no adelantaron si serán la única fórmula presidencial del FPV. Quedó pendiente el anuncio formal del ministro del Interior y Transportes, Florencio Randazzo, que podría renunciar hoy a su precandidatura, luego de haber hablado ayer con la Presidenta en Olivos.
Si bien Scioli se mostró de buen humor, reaccionó airadamente cuando LA NACION le preguntó si podría gobernar junto con Zannini y también sobre las declaraciones de Mauricio Macri, jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial de Pro, quien dijo que la elección del secretario legal y técnico demuestra que Scioli será la continuidad total, sin cambios.
En el primer caso dijo que “quieren dar una lectura distorsionada de la fórmula”. En el segundo, advirtió que “un cambio también es marcha atrás, tengamos cuidado con los que dicen cambio, cambio”, en una analogía automovilística.
Pocas horas antes, el propio Zannini enfrentó a los periodistas, algo inusual en ese funcionario, cultor de un bajísimo perfil. “Es la continuidad de un camino”, dijo el secretario de Legal y Técnica, al confirmar que su designación supone la continuación a rajatabla del modelo económico. Pero, además, dejó definiciones sutiles. “La Presidenta me consultó hoy y le dije que aceptaba la candidatura a vicepresidente”, dijo, al poner de relieve que es Cristina Kirchner la que decide sobre el futuro de todos sus funcionarios.
“Para mí es un orgullo compartir la fórmula con alguien que compartió la fórmula con Néstor Kirchner”, dijo Zannini.
En este punto también puso de relieve que valora al precandidato presidencial, no tanto por sus propias condiciones, sino por haber sido el segundo del fallecido ex presidente entre 2003 y 2007.
Además, afirmó que no sabía el destino de Randazzo, pese a que ambos se habían reunido horas antes con Cristina en Olivos y que el propio Zannini había sido el padrino político de la postulación del ministro.
Las Listas
Cuando llegó Scioli a la Casa Rosada, ambos hablaron en privado sobre las futuras listas de candidatos a legisladores y gobernadores, aunque nada trascendió. Scioli evitó responder a las consultas de LA NACION sobre si habría una sola fórmula del FPV, o dos, en las primarias del 9 de agosto próximo.
“Que la gente tenga la tranquilidad de que es la fórmula lo más coherente, previsible y confiable”, dijo Scioli. Y agregó que “está integrada en base a las convicciones y no en las imposiciones”. Lo aclaró para desestimar versiones crecientes de que Cristina Kirchner impuso el nombre de Zannini en la flamante fórmula del FPV.
“Quisieron distorsionar y se van a equivocar una vez más”, sostuvo el mandatario bonaerense. Sobre el futuro de Randazzo dijo: “Son cuestiones que decide la conducción de nuestro partido, no voy a hacer comentarios”.
Al elogiar a Zannini, destacó que “es un hombre de trayectoria, de luchas, con una inteligencia para el cargo”, y elogió su “espíritu de colaboración y responsabilidad”, cuando se lo consultó sobre si el funcionario podría condicionar a su eventual gobierno.
La relación histórica de Scioli y Zannini es fría, aunque cordial. El secretario legal y técnico convocó siempre a su despacho al gobernador cuando había que diseñar las listas de diputados bonaerenses y definir la estrategia electoral. También Scioli solía enviar como emisario a su jefe de gabinete, Alberto Pérez. Por otros temas, difícilmente hablaban por cuanto Zannini nunca tuvo injerencia en los temas provinciales que interesan a Scioli.
EL IDEARIO POLÍTICO DE ZANNINI, EN SIETE FRASES CATEGÓRICAS
“Hay una fina hebra de un hilo mágico que hizo que el espíritu de Eva se concretara en la figura de Cristina. Con diez o quince cristinas cambiamos el mundo”
“Los diarios nos cuentan la historia. No hay que escucharlos. Peor es el celular. El ideal del capitalismo es que vivamos dentro del celular y gastando dinero”
“Hay que fijar un objetivo claro: el crecimiento y la defensa de los recursos naturales”
“La dificultad mayor de la política es que todavía no se emancipó de las corporaciones”
“Hace 39 años escuchaba cómo torturaban a mis compañeros. Hoy hay 1017 represores condenados. Esto no fue venganza, fue memoria y justicia”
“Dicen que hay que pagarles a los buitres para que vuelva el crédito. ¿Cómo? Si ya lo tuvimos y miren dónde nos tiró. Todavía estamos reconstruyendo la patria”
“No hay que buscar candidaturas, sino empoderar a la sociedad para defender conquistas”
“Vine a esta ciudad [Rosario] a buscar predicadores que defiendan el gobierno de Cristina”.