Cesar Milani

El Gobierno sospechaba de los movimientos y la autonomía de Milani

La Nación, miércoles 24 de junio de 2015

En el gobierno de Cristina Kirchner aseguraban ayer que la caída del jefe del Ejército, teniente general César Milani, quedó sellada el viernes último. Ese día se conoció la noticia de que Milani decidió ascender a su secretario ayudante, el coronel Marcelo Granitto, al grado de coronel mayor, a pesar de que el ministro de Defensa, Agustín Rossi, se había negado a ascenderlo a general, en medio de un tenso conflicto.

Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, ello enrareció aún más la relación con la Presidenta, que, ahora se sabe, se había ido desgastando. Desde 2003, Milani dirigía el poderoso aparato de inteligencia militar y respondía a las órdenes del secretario legal y técnico, Carlos Zannini, con fuerte influencia sobre la ex SIDE.

Pero en los últimos tiempos Milani se había arrogado una autonomía que molestó a Cristina Kirchner. Además, por su cuenta, se había acercado demasiado al gobernador bonaerense y candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, cuando aún Cristina no lo había bendecido con la candidatura a vicepresidente de Zannini.

En Balcarce 50 sospechaban incluso que abastecía de información sensible a Scioli. También aseguran que Milani ayudaba al gobernador a prevenir “maniobras” del ex director de Operaciones de la ex SIDE Antonio “Jaime” Stiuso, ahora perseguido por la Casa Rosada. Luego Scioli elogió calurosamente a Milani en un reportaje en LA NACION y eso aumentó las sospechas.

Los reparos de Rossi hacia el coronel Granitto, un oficial de inteligencia ascendido por Milani a coronel mayor, obedecieron a que el titular de Defensa lo consideraba un militar “carapintada” durante el alzamiento de 1987. Rossi se negó a proponer su ascenso en el Senado.

El Gobierno se molestó cuando la noticia del ascenso apareció el viernes último en el diario Clarín. El rango de coronel mayor es honorífico, pero Milani desafió así a Rossi, que no quiso ascenderlo, y buscó demostrar autonomía. En la Casa Rosada lo entendieron como una insubordinación.

En Defensa también objetaban que Granitto está mencionado en la causa por los excesos de los militares en la recuperación del cuartel de La Tablada en 1989.

De todos modos, Milani buscó mantener ayer las formas y en un comunicado del Estado Mayor del Ejército informó que pidió su retiro por “razones estrictamente personales”.

En el Gobierno también vincularon su retiro con un pedido de la Presidenta y de Zannini para “limpiar” la campaña presidencial y evitarle a Scioli un flanco de ataques de la oposición: el hasta ayer jefe del Ejército, reemplazado por el general de división Ricardo Luis Cundom, es investigado en varias causas judiciales por posibles violaciones de los derechos humanos durante la última dictadura militar.

De todos modos, Cristina nombró a Milani jefe del Ejército en 2013 y en julio de ese año logró la aprobación del Senado para su ascenso a teniente general. En un extraordinario control de la inteligencia militar, desde 2010 Milani cuadruplicó su presupuesto y hoy supera los 600 millones de pesos anuales.

En el Gobierno aseguraban ayer que el pase a retiro de Milani fue decidido por Cristina y pedido por Zannini para apuntalar la campaña electoral de Scioli. “Ahora estamos en el mismo barco y Milani no será blanco de críticas de la oposición”, dijo un ministro a LA NACION. “Cristina es la principal operadora de la campaña”, agregó.

También hubo versiones de que Milani, luego de un tiempo prudencial, podría ser designado en un futuro como jefe de Operaciones de la ex SIDE, actual Agencia Federal de Inteligencia (AFI), para coordinar la inteligencia estratégica y la criminal, dejando a hombres suyos a cargo de la inteligencia militar.

El ex secretario de Inteligencia Miguel Ángel Toma, consultado sobre esta posibilidad, señaló que de ese modo

“toda la estructura operativa de la inteligencia quedaría en sus manos, lo que significaría una regresión a las peores épocas del terrorismo de estado”.

BONAFINI: “LO DEFENDERÉ HASTA LA CÁRCEL”

Bonafini aseguró que la acusación contra Milani por su supuesta participación en la dictadura fue “inventada” por Nora Cortiñas y Jorge Lanata. “Lo voy a defender hasta que esté en la cárcel”, dijo la titular de Madres de Plaza de Mayo, horas antes de conocer su renuncia.
“Nilda Garré y Néstor Kirchner no me hubieran presentado a un mal tipo. Garré me dijo cientos de veces que era mentira [la acusación] y él me mostró adónde estaba, con día y hora”, dijo Bonafini, en referencia a la desaparición del soldado riojano Alberto Ledo, en Tucumán durante 1976.

POSITIVA REPERCUSIÓN POLÍTICA

Myriam Bregman, abogada en causas de DD.HH.

“El Gobierno defendió a este genocida, que debería estar preso por haber sido parte de la máquina de exterminio de la última dictadura”

Margarita Stolbizer, Diputada Nacional

“Milani renuncia a su cargo, pero no escapará de las causas judiciales. Nunca más en la Argentina un doble discurso con los derechos humanos”

Patricia Bullrich, Diputada Nacional Unión Pro

“Esto demuestra que el oficialismo está reacomodándose porque sabe que hay personajes que son muy negativos para sacar en una campaña electoral”

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz

“Se debe aceptar su renuncia mientras la Justicia lo investiga. El Gobierno nunca lo debería haber propuesto para el cargo de jefe del Ejército Argentino”

Ernesto Sanz, Senador Nacional

“La noticia perfecta sería que la Justicia investigue sus responsabilidades. El pase a retiro no puede ser un pasaporte a la impunidad”

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