Mauricio Macri pagó caro los errores de Jaime Duran Barba. Así como Daniel Scioli lamenta los de Cristina Kirchner y los de Axel Kicillof. El consultor ecuatoriano partió de la premisa de que los argentinos estaban hartos del peronismo y de los políticos. Pero el 60% de los electores votó a políticos peronistas.
Duran Barba consiera que los argentinos son sólo porteños pero no entiende el conurbano ni el Norte ni el Sur del país. Allí se le queman los papeles y no comprende esa realidad ni siquiera con sus focus groups. Hace dos meses señalamos en este blog que la alianza Macri-Massa era la única salida que les quedaba..
En las provincias donde fueron juntos Macri y Massa le ganaron al Frente para la Victoria: en las elecciones de diputados en Santa Cruz y en Jujuy vencieron al kirchnerismo, aunque perdieron en las presidenciales donde las boletas de Massa y de Macri iban separadas.
Le asestaron una derrota simbólica al hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner, que perdió en su debut en las urnas. En los demás distritos, Massa y Macri dividieron listas y perdieron. Pero la suma de ambos siempre quedó por encima del FPV.
El argumento de Macri era que en política 2 mas 2 no son 4. Pero se demostró lo contrario. La suma triunfó y la división -el purismo- perdió. No hace falta ser ingeniero para advertir que al contener a todos dentro de una estructura la suma multiplica. Si el purismo deja exlcuidos, la división resta.
En junio, la fórmula Macri presidente-Massa diputado era una variante que contenía a ambos en un mismo frente: la suma era virtuosa. Lo mismo una PASO con un compromiso de gobierno de caolición posterior. ¿Qué votante massista se alejaría de massa si éste tiene comprometido una porción del poder?
¿No lo entiende Duran Barba? Macri sumó a Reutemann pero el ecuatoriano no lo quería de vicepresidente. Tal vez con ello ganaba Santa Fe. Y la perdió. Duran se opuso a Massa, pese a los consejos de Nicolás Caputo. Massa se llevó 20 puntos y dividió a la oposición. Hoy el ex intendente de Tigre es el árbitro. Tiene la llave del triunfo o la derrota.
Si Macri tenía a Massa de gobernador, hoy Macri hubiera sacado 50 puntos y Massa otro tanto. Si anexaban a De la Sota, Macri ganaba Cordoba. Pero Macri la perdió. El otro gran error fue desaprovechar a Gabriela Michetti: hubiera ganado la Capital sin sufrir contra Martín Lousteau. Durán creyó que el rival era Recalde y finalmente se le juntaron Recalde y Lousteu y tuvo una victoria pírrica.
Si Macri evitaba el sofocon en Capital, anexaba Cordoba y Santa Fe, y sumaban los votos de Massa a los de Macri en la provincia y en todo el Norte, hoy Macri era el gran ganador. Eso sí, había que cogobernar. Lo mismo deberán hacerlo si acuerdan para un ballotage: las condiciones de apoyo serán exigentes y en cualquier caso gobernar requerirá luego de acuerdos parlamentarios. “Para qué pedir cargos, si me van a necesitar después”, reflexionó Massa.
Ahora el juego esta abierto. Cualquier triunfo de Macri o Massa dependerá de la habilidad que tengan ambos para generar expectativa de una alianza tras el ballotage y que los votos de ambos se manatengan firmes aún si gana el otro. La unión del 30 con el 20 es fundamental para superar el 40 de Scioli. ¿Tendrán hambre de poder?
También el juego está abierto gracias a los errores de Cristina, de Kicillof y del propio Scioli. El principal es la economía: tantos errores de gestión golpearon a la clase media baja, otrora kirchnerista, al campo y a las economías regionales. El segundo fue rodear a Scioli con listas de La Cámpora en todo el país y con Zannini en la boleta principal. Por ultimo, no haber logrado la candidatura de Randazzo en la provincia de Buenos Aires desató una feroz interna en el territorio bonarense que le bajó entre 3 y 4 puntos a Scioli en el mayor distrito del país.
Por otra parte, la luz verde a Anibal Fernández para ser candidato a gobernador, con alto nivel de rechazo, sumó otro error a la cadena: las denuncias por narcotráfico y el triple crimen todavía pueden costarle varios puntos a Scioli y al propio Aníbal. En Buenos Aires se juega la elección nacional. El aguacero de estos días también confundió a Scioli: desnudó la falta de oportunidad y los años de desidia e improvisación nacional, provincial y municipal para no quedar bajo el agua. Cristina fue la mejor jefa de campaña de Macri. Duran Barba, el de Scioli.
Excelente análisis. Ojalá te leyeran los que cortan el bacalao en el Pro
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