La Nación, jueves 27 de agosto de 2015
Con los ánimos algo más apaciguados tras las escandalosas elecciones en Tucumán, la presidenta Cristina Kirchner exhortó a que la oposición “reconozca” el triunfo del Frente para la Victoria (FPV) en esa provincia, aunque no mencionó las denuncias de fraude ni la represión policial del lunes último. Además, sin nombrarlo, pidió el voto para su candidato presidencial, Daniel Scioli, el 25 de octubre próximo, con el fin de “continuar y profundizar estas políticas”.
“Pedimos nada más que reconozcan nuestro triunfo, eso es la verdadera democracia”, exclamó la Presidenta en el acto del 161er. aniversario de la Bolsa de Comercio. Sin embargo, Cristina no recibió tampoco ayer al candidato a gobernador del PJ, Juan Manzur, al que sólo saludaría para la foto la semana próxima (ver página 13).
El titular de la Bolsa, Adelmo Gabbi, había reclamado durante su discurso “eliminar los encajes” al ingreso de divisas para alentar inversiones.
Pero Cristina respondió: “No sigamos encajando al país”. Y exigió más inversiones a los empresarios: “El problema es que las tasas de inversión y el riesgo que toman nuestros empresarios no es el ritmo que necesita el Gobierno”.
“Invertir y a asumir riesgos es parte del capitalismo”, aleccionó. “¿Quién invierte si no tiene garantizado el consumo?”, se preguntó. E intentó convencer: “Cuando los argentinos consumen, los industriales pueden producir”.
“Necesitamos empresarios que tomen riesgos y que tengan inversión, por la rentabilidad que han acumulado en los últimos años”, les recriminó en un discurso de una hora y cinco minutos.
Para los empresarios, el problema no es sólo el consumo. Se quejan de la alta inflación, la falta de competitividad, la inseguridad jurídica, el cepo cambiario, las trabas comerciales y la prohibición para el giro de utilidades, entre otras cosas. Para Cristina, ésas son virtudes del modelo.
Como gran novedad, la primera mandataria no usó la cadena nacional. Pero convirtió la ceremonia en otro acto de campaña, con chicanas a la oposición y elogios a su gobierno.
En primera fila sentó a los candidatos del FPV: Scioli, a quien no mencionó; su candidato a vicepresidente, Carlos Zannini; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario general de la Presidencia, Eduardo De Pedro, también candidatos.
“Si quieren estilo para poder reconocer la derrota tengo el ejemplo de un gran hombre, un presidente (Néstor Kirchner) que en 2009 cuando perdió en la provincia de Buenos Aires encabezando la lista de diputados salió a reconocer la derrota”, dijo.
“Los predicadores del consenso y del diálogo, cuando los papeles se les queman y las urnas no les dan los resultados, el consenso y el diálogo se les van al demonio”, criticó Cristina Kirchner a la oposición.
Respondió, así, a una conferencia conjunta de los candidatos presidenciales de Cambiemos, Mauricio Macri, de UNA, Sergio Massa y de Progresistas, Margarita Stolbizer, que al mediodía habían denunciado fraude en Tucumán y pidieron cambiar el sistema electoral y asegurar la transparencia para el 25 de octubre.
“Tanto escuchar modales y verlos tan desaforados, veo que era todo una postura. Yo tengo muchos más modales y soy mucho más educada porque siempre he reconocido todo”, dijo. Sin embargo, no se refirió a la quema de urnas, las agresiones a fiscales y gendarmes, las irregularidades, ni la represión policial del lunes.
También pasó un aviso electoral. “¿Cómo continuar con el crecimiento? Profundizando y ampliando las políticas”, dijo, aunque sin mencionar a Scioli.
En su larga respuesta a Gabbi, aseguró que el crecimiento está asegurado porque “tenemos los fundamentals alineados para seguir con este proceso de desarrollo, si se mantienen estas políticas públicas en defensa del mercado interno y del comercio administrado”.
Rechazó una devaluación y dijo: “Podemos terminar de barrer el único dique de defensa, que es sostener el mercado interno”. Expresó, con ironía, que “esos devaluadores deben tener dólares de algún lado” y admitió el déficit fiscal, pero lo atribuyó al “déficit energético”.
Rechazó las críticas por la inseguridad jurídica al decir que el Gobierno paga sus deudas. “El Gobierno pagó todos sus vencimientos. Cuando ponés la tarasca (dinero), querés que te paguen.
“Adelmo, no encajemos al país porque no lo saca nadie, derrapa, se va al pasto, es muy difícil volver a traerlo a la banquina. Nos costó un Perú”, dramatizó..