LA NACIÓN, 4 de septiembre de 2015
La presidenta Cristina Kirchner dio por tierra ayer cualquier reforma electoral. Descartó de plano la propuesta de permitir una boleta única complementaria (BUC) para el eventual caso de robo de boletas en las elecciones presidenciales del 25 de octubre, tal como proponían los partidos de la oposición, la Red Ser Fiscal y la Cámara Nacional Electoral, con aval de la Corte Suprema.
La decisión de rechazar la BUC fue comunicada por el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, y por el director nacional electoral, Alejandro Tullio, quien le dio sustento jurídico al rechazo, pese a que había adelantado en varios medios, entre ellos LA NACION, que la propuesta se estaba analizando.
“La próxima elección va a ser como las otras”, aseguró Aníbal Fernández al comenzar el día. Tullio agregó: “No sería responsable de mi parte aconsejar una medida como ésta”.
La Red Ser Fiscal impulsa la creación de la “boleta única complementaria”, en la que figurarían los candidatos de todos los frentes y el elector marcaría con una cruz el de su preferencia. Se usaría sólo cuando el votante no encuentre en el cuarto oscuro las boletas sábana habituales y se las proveería el presidente de mesa.
Se barajaba, así, la posibilidad de acordar un proyecto de ley que debía ser sancionado en el Congreso antes de octubre. Pero la Presidenta lo desestimó de plano y le ordenó a Fernández que lo descartara públicamente.
Ello agravaría el conflicto entre el Gobierno y la oposición por las denuncias de fraude en las elecciones provinciales de Tucumán, del 23 de agosto pasado, y de las múltiples irregularidades detectadas en todo el país en las primarias presidenciales del 9 de agosto.
Pero el titular de la Red Ser Fiscal, Claudio Bargach, adelantó a LA NACION que insistirá con la propuesta y pedirá a la Cámara Nacional Electoral (CNE), la segunda instancia de la Justicia en materia electoral, que resuelva por sí misma la instrumentación de la BUC con una medida judicial.
Según Bargach, el artículo 4 inciso h de la ley 19.108, que dio origen a la Cámara Nacional Electoral, permite al tribunal “dictar las reglas necesarias para el cumplimiento de las normas que rigen las materias propias de su competencia, respetando el espíritu de las leyes y de sus disposiciones reglamentarias”.
Pero ello implicaría una escalada en la tensión entre la Cámara Electoral y el Gobierno. “Los jueces no se van a jugar a eso”, dicen en la Casa Rosada. El tribunal está integrado por Santiago Corcuera, Alberto Dalla Vía, y Rodolfo Munné. En su acordada 100, previa a las elecciones tucumanas, esos mismos magistrados propusieron al Congreso, como alternativa, la boleta única.
La semana pasada le llevaron la propuesta al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, quien la tomó como propia y la remitió al Poder Ejecutivo y al Congreso, en un claro aval a aquellos cuestionamientos.
Por la mañana, Fernández había descartado el agregado de la BUC por orden de Cristina Kirchner. “La próxima elección va a ser como las otras, y seguramente vamos a encontrar a Pro denunciando fraude, como hizo siempre, en cada una de las provincias”, dijo.
En tanto, Tullio dijo a Radio Vorterix que “las dificultades serían inmensas” para aplicar la BUC. El día anterior, el director nacional electoral había señalado a LA NACION que estaba “analizando el tema” y que esperaba “un informe de las áreas técnicas” y elevarlo al ministro de Justicia, Julio Alak.
En efecto, Tullio recibió tres informes técnicos anteanoche y ayer a la mañana adelantó: “Eso lo decide el Congreso y el Poder Ejecutivo, pero no va a haber una recomendación favorable por mi parte”.
Si bien sus informes no aconsejaban ni desaconsejaban la boleta única, que ya existe para que voten presos en las cárceles y argentinos en los consulados del exterior, la instrumentación en las urnas comunes era compleja.
“Hay que dar muchos pasos que hacían imposible hacerlo, la aplicación es imposible”, dijo Tullio a LA NACION. “La coexistencia de dos sistemas traería confusión, y haría muy lento el escrutinio. Si ya hay problemas, más complicado sería con la BUC porque hay muchos frentes políticos y categorías (presidente, diputados nacionales provinciales, legisladores del Mercosur, gobernador, intendentes, concejales) y se haría muy complejo el diseño de la boleta y el recuento”, explicó.
“Con el tiempo todo se puede hacer, pero hoy es muy complejo y llevaría muchas discusiones”, agregó Tullio. “No sería responsable de mi parte aconsejar una medida como esta”, dijo.
“Hay que modificar 38 artículos del Código Electoral y hay que calificar a los 190.000 presidentes de mesa”, enumeró.
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