La Presidenta buscará negociar con su sucesor las dos vacantes en la Corte Suprema

Luego de la renuncia de Carlos Fayt a la Corte Suprema, que se hará efectiva a partir del 11 de diciembre, el gobierno de Cristina Kirchner comenzó a diseñar una estrategia para intentar que el kirchnerismo, cuando baje al llano, pueda incidir en la próxima composición del máximo tribunal, en una negociación con el gobierno que surja de las elecciones presidenciales del 25 de octubre próximo.

Según pudo saber LA NACION, el Gobierno buscaría imponer el número de senadores que obtenga luego de las elecciones para negociar la postulación de Roberto Carlés, que fue rechazada por la oposición hace algunos meses por no tener antecedentes para el cargo, a cambio del apoyo para la candidatura del jurista que proponga el futuro gobierno.
Carlés fue propuesto por la Presidenta para reemplazar al ex juez Raúl Zaffaroni, que renunció el 31 de diciembre pasado. Pero su pliego no tuvo apoyo. El reemplazante de Fayt, en cambio, deberá ser propuesto por el sucesor de Cristina Kirchner.
Pero la primera mandataria, aun cuando deje el poder, buscaría incidir a través del número de sus senadores afines sobre el nombre de este segundo reemplazante. En la actualidad, la Corte está compuesta por su presidente, Ricardo Lorenzetti; Carlos Maqueda; Elena Highton de Nolasco, y el propio Fayt. Para el Gobierno, Lorenzetti, Maqueda y Fayt no son confiables.
Los más altos funcionarios afirmaron ayer que para Cristina Kirchner sigue vigente el pliego de Carlés, que no tuvo apoyo de la oposición en el Senado. El propio Carlés dijo a LA NACION que se tiene “fe” para ser ungido.

El PJ no pudo obtener así los dos tercios de los votos para cubrir la vacante de Zaffaroni, pero en una futura negociación por otra vacante podría imponer a Carlés.
Antes de traspasar el mandato al futuro presidente, Cristina podría buscar que el FPV mantenga la presidencia de la Comisión de Acuerdos del Senado, decisiva para designar jueces, militares, embajadores y ministros de la Corte. En la actualidad, está presidida por el senador salteño Rodolfo Urtubey, del FPV.

Luego de octubre el FPV podría aumentar la representación en la Cámara alta y quedaría con un número de bancas cercano a la mayoría calificada de dos tercios en la Cámara alta, que es lo que se necesita para designar jueces. Si además gana Daniel Scioli la presidencia, su vice, Carlos Zannini, sería el presidente del Senado y así el kirchnerismo aspiraría a controlar esa cámara.

Es por ello que desde las filas del Gobierno anticipan que, sea quien sea el futuro gobierno, el kirchnerismo presionará para negociar la vacante que dejará Fayt con el próximo presidente, sea Scioli o Mauricio Macri. La Presidenta podría buscar que Carlés sea elegido a cambio de aprobar el candidato del futuro gobierno.

El jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, desestimó ayer la posibilidad de que Cristina envíe un candidato para sustituir a Fayt antes del 10 de diciembre. Consideró que los mecanismos de reemplazo sólo deberían activarse tras el 11 de diciembre, con un nuevo jefe del Estado: “No debiera hacerse antes, por su presencia (de Fayt) incluso en la actividad, no correspondería…”. También confirmó que “Roberto Carlés sigue siendo el candidato del gobierno nacional”.

El Gobierno había presionado en mayo a Fayt para que renunciara a su cargo por considerar que no estaba física y mentalmente apto. Sin embargo, Aníbal Fernández elogió ayer al magistrado y dijo que su trayectoria “que desarrolló en beneficio de los argentinos ha sido ultra reconocida y de una magnitud fenomenal; esto no significa que nosotros no pongamos en tela juicio lo dicho sobre su idoneidad”.

“A los 97 años, lo sometían a una tarea que ningún hombre de esa edad está en condiciones de hacer. Tenía que relegar la tarea en una tercera persona, lo cual es imposible”, dijo.