LA NACIÓN, miércoles 2 de diciembre de 2015
La ceremonia de asunción del nuevo presidente, el 10 de diciembre, desató otro fuerte conflicto político. La presidenta Cristina Kirchner quiere ponerle la banda a su sucesor, Mauricio Macri, en el Congreso. Pero Macri se puso firme e insiste en que sólo jurará como presidente ante la Asamblea Legislativa, pero el traspaso de los atributos del mando debe ser en el Salón Blanco de la Casa Rosada, como se hizo tradicionalmente.
Esta discusión se reprodujo ayer durante una reunión entre el secretario general de la Presidencia, Eduardo De Pedro, y su sucesor, Fernando De Andreis. Finalmente no llegaron a ningún acuerdo y seguirán conversando en las próximas horas.
Tras el encuentro de una hora, un vocero de De Pedro informó que había sido una “reunión muy buena” y que tanto la jura como el traspaso del mando se harían en el Congreso, luego de lo cual Cristina Kirchner se retiraría y se iría al Aeroparque para viajar a Río Gallegos.
Según esa versión, Macri daría su discurso ante la Asamblea y luego iría a la Casa Rosada a tomarle juramento a todos sus ministros.
Sin embargo, los voceros del futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguraron a LA NACION que no se había llegado a ningún acuerdo: Macri jurará en el Congreso, pero aún quiere recibir la banda y el bastón en el Salón Blanco de la Casa Rosada, como marca el protocolo y la tradición. De eso, no hay marcha atrás.
“Seguiremos conversando en estos días. Por ahora no hay acuerdo. Y la toma del mando se hará en la Casa Rosada como fue siempre”, dijo un hombre de Macri.
La Casa Militar trabaja en un operativo de seguridad aún incierto, hasta que se defina este pleito, pero ya tiene claro que deberá “dividir las hinchadas” de uno y otro, sea donde sea.
En rigor, hay varios motivos por los cuales la Presidenta no quiere hacerlo en Balcarce 50:
- Ella identifica al Salón Blanco con los presidentes de una vieja Argentina y, en especial, los de la dictadura militar.
- El fallecido ex presidente Néstor Kirchner, en 2003, y ella, en 2007 y 2011, juraron y recibieron la banda y el bastón en el Congreso.
- Lo más importante: ella quiere tener su acto político de despedida, con tono festivo, con una muchedumbre de las agrupaciones kirchneristas, entre ellas La Cámpora, que la ovacionarían en la Plaza del Congreso y en las galerías del recinto de Diputados. El peligro es que podrían abuchear a Macri en su propia ceremonia de asunción.
Un vocero del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, dijo que “no hay nada oficial sobre si La Cámpora ingresará en el recinto”. Pero Cristina preguntó insistentemente en estos días por la organización del acto.
Su sucesor, el diputado electo Emilio Monzó, ayer mostró indignación entre sus pares de Cambiemos. Dijo que “Cristina puede dejar la banda y el bastón en la Corte Suprema”. Una referencia a la asunción de José María Guido, en 1962, que juró y recibió los atributos en la Corte Suprema para evitar un gobierno de facto.
El día de la asunción
Cerca de Monzó y de Macri avisaron: desde las 0 horas del 10 de diciembre, Macri será el presidente y Monzó titular de la Cámara baja. Ellos deben definir el protocolo y no dejar entrar a nadie en Diputados.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, invocó el artículo 93 de la Constitución nacional para hacerlo en el Congreso. Pero, en rigor, la Ley Fundamental dice: “Al tomar posesión de su cargo el presidente y vicepresidente prestarán juramento, en manos del presidente del Senado y ante el Congreso reunido en Asamblea”.
El juramento no está en duda: todos los presidentes lo hicieron allí y Macri también lo hará. Lo que está en discusión es el traspaso de los atributos del mando.
Macri sostiene que tras la jura en el Congreso debe ir a la Casa Rosada donde Cristina le debe poner la banda ante el escribano general de Gobierno, Natalio Echegaray, y luego hacer jurar a los ministros.
Históricamente, el traspaso se hizo en la Casa Rosada y sólo se recuerdan cuatro excepciones porque la ley no lo prohíbe: la de Guido, la de Néstor Kirchner y las dos asunciones de Cristina. En la historia reciente, tomaron el mando en el Salón Blanco los ex presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem (dos veces), Fernando de la Rúa, Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde.
Sin embargo, Aníbal Fernández insistió: “No puede ser en la Casa de Gobierno, no lo dice la ley; con todo respeto, no puede ser en Barrio Parque”.
De Andreis contestó: “A partir de la cero hora del 10 de diciembre, el presidente es Macri”.
Cristina no quiere privarse de la fiesta de La Cámpora en el último respiro de su mandato.
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