LA NACIÓN, 12 de febrero de 2016
En los primeros 60 días, el gobierno de Mauricio Macri considera que logró encaminar algunos desafíos económicos: la salida del cepo cambiario y la negociación con los holdouts. Disipó los nubarrones sobre la gobernabilidad y apaciguó el conflicto sindical para preservar la paz social. Sin embargo, el principal frente de tormenta es el repunte de la inflación.
“El balance es muy bueno en lo económico y político, por la construcción de gobernabilidad. Pero la inflación es un gran frente abierto”, dijo a LA NACION un funcionario cercano al jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Macri celebra la salida del cepo, pese a que el dólar ayer tocó los 14,70 pesos y el kirchnerismo critica la devaluación y su traslado a los precios.
El Presidente demostró su gran preocupación ayer en Tres de Febrero. Dijo que su gobierno “está comprometido en reducir la inflación”, que “va a llevar dos o tres años” para “alcanzar los niveles de la mayoría de los países”.
Macri está convencido de que la inflación se desacelerará desde junio próximo. Para entonces prevé lograr sus dos grandes apuestas: inversiones para crear empleo y financiamiento externo para moderar el ajuste. El segundo semestre, espera, tendrá mejores noticias.
Según confiaron a LA NACION en Balcarce 50, el Presidente considera que la amenaza del PJ a la gobernabilidad está en vías de superarse. Celebró la división del Frente para la Victoria y el surgimiento en Diputados del Bloque Peronista, más dialoguista. Considera que el kirchnerismo perderá peso.
Cree que podrá acordar con el bloque del PJ del Senado, liderado por Miguel Ángel Pichetto, que ayer visitó la Casa Rosada, en señal de distensión. La Casa Rosada descuenta que logrará aprobar en la Cámara alta a mediados de marzo, a más tardar, a sus dos candidatos para la Corte Suprema: Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
Con la reactivación del diálogo, enmendó el error político de diciembre último cuando designó a los nuevos jueces por decreto y en comisión. El macrismo confía en que ahora podrá negociar la sanción de leyes clave en el Congreso.
Macri supone, además, que se consolida el frente Cambiemos. La UCR exige más participación en las decisiones, pero los macristas se reúnen con ellos semanalmente. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, objeta algunas decisiones, pero la relación es de amistad y respeto. Ella valora que “Macri escucha” y retrocede cuando se equivoca.
Para prevenir traspiés políticos, Macri conformó una mesa de discusión para evaluar las medidas y la comunicación antes de anunciarlas.La Casa Rosada evalúa que el frente gremial está en vías de recomposición, tras el chisporroteo verbal de la semana última por aumentos salariales. Macri reunirá hoy a los jefes de las tres CGT y a los principales popes gremiales. Negocia un paquete para moderar la pauta de las paritarias en torno al 25% a cambio de rebajas en Ganancias, el IVA y subas en asignaciones familiares. Y de que haya una sola paritaria.
Gobernadores
Con los gobernadores, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, negocia adelantos de fondos, aumentos de coparticipación, compromisos de obras públicas y permisos para endeudarse en el exterior.
La política exterior es su otra esperanza. Revirtió, cree, el aislamiento mundial en Davos. El lunes próximo recibirá al primer ministro de Italia, Matteo Renzi; el 24 del actual al presidente de Francia, François Hollande, y el 27 visitará al papa Francisco. Para marzo, viajará a Estados Unidos, a la cumbre de seguridad nuclear, y se encontrará con el presidente Barack Obama. La canciller alemana, Angela Merkel, lo invitó a Alemania y Macri aceptará.
El Presidente celebra la llegada inminente de créditos del BID y el Banco Mundial y el apoyo internacional para lograr un acuerdo con los holdouts: considera que en cuestión de días se logrará y anunciará la vuelta al mercado de capitales.
La crisis por la suba de tarifas de electricidad y los 6200 despidos en el Estado no asusta en Balcarce 50. Se vienen en días aumentos en el gas. Peña admitió ayer que “la situación fiscal es delicada”. Los subsidios costaron 280 mil millones de pesos en 2015. El déficit fue de 390 mil millones. Con el aumento de tarifas se ahorrarán 110 mil millones.
Pero el Gobierno considera que la gente descontaba las subas tarifarias y que los despidos de “militantes” del anterior gobierno tienen un 70% de aprobación pública.