LA NACIÓN, sábado 28 de marzo de 2015
El Gobierno comenzó a sufrir ayer los efectos no deseados de lanzar al ruedo electoral a su ministro de Economía, Axel Kicillof. El superministro acusó a la prensa de montar una “campaña” en su contra por haber publicado que se metió en un brete cuando dijo que el oficialismo no “mide la cantidad de pobres” porque eso supone “estigmatizarlos”.
La Presidenta le había dado luz verde para salir al ruedo electoral y exponerse en los medios amigables. Según confiaron a LA NACION en la Casa Rosada, el objetivo era “testearlo” en las encuestas como posible candidato para las elecciones de octubre.
Todavía no tienen claro el cargo al que se postularía. El núcleo duro de La Cámpora, encabezado por Andrés Larroque, lo impulsa como candidato a presidente de una “fórmula pura y ortodoxa” del modelo.
Otros sectores impulsan para ese lugar al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Pese a que podría ser un globo de ensayo, las versiones molestaron al ministro del Interior y Transportes, Florencio Randazzo, que creía ganado el lugar de “candidato propio”. En la Casa Rosada aseguran que Cristina detectó recientes muestras de autonomía de Randazzo que abrieron grietas. Sigue siendo demasiado peronista para La Cámpora.
Randazzo lució preocupado en el acto de anteayer, en Balcarce 50. Nadie sabe si construyen un tercer candidato presidencial, además de Daniel Scioli y el ministro del Interior, o si evalúan darle todo el apoyo a un “candidato propio”. En cualquier caso, Randazzo sería el damnificado. Ayer se mostró en un acto con el camporista Eduardo De Pedro, que, junto con el propio Kicillof, suena como posible candidato a vicepresidente.
El titular de Economía tuvo su primer traspié anteayer. “Tiene que mejorar su discurso incluso en entrevistas con medios amables”, dijo a LA NACION un funcionario. En un reportaje con la radio La Metro, Kicillof dijo: “Cuántos pobres hay es una pregunta complicada. Yo no tengo el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante”.
Al comprobar la repercusión negativa de su intervención, el ministro denunció ayer una “campaña de algunos diarios” y se desdijo: “La pobreza estructural la medimos, la ultramedimos”. Pero tampoco dio los números. Esta vez lo hizo en Radio Del Plata. Pese a que Kicillof dijo ayer que “ultramedía” la pobreza estructural, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, lo contradijo y señaló que “no es la tarea” del Gobierno medir, sino “buscarle soluciones a la gente”. Además, tras expresar su apoyo a Scioli, el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, señaló que los “pobres, los humildes y la clase baja representan el 80% del país”.
El Indec dejó de publicar datos de pobreza en 2013 (4,7%). La CTA oficialista de Hugo Yasky dijo en 2014 que era del 17,8%; la CGT de Hugo Moyano, un 29%, y la Universidad Católica Argentina, en 2014, de 27%.
El diputado Claudio Lozano (Unidad Popular) la ubicó en el 36,2%, según números de 2014 del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas: 15.447.430 pobres..