La Nación, 19 de septiembre de 2015
La presidenta Cristina Kirchner convirtió un fallo judicial adverso al peronismo en una conspiración contra la democracia. Con un durísimo discurso en el corazón del conurbano, la primera mandataria aseguró ayer que el fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tucumán, que anuló las elecciones provinciales del 23 de agosto último, le recordaba a “épocas predemocráticas”.
“De repente dos jueces deciden anular la voluntad de cientos de miles diciendo que hay algunos que no saben votar porque son pobres; estamos recordando épocas predemocráticas”, exclamó Cristina, durante un acto en La Matanza.
Agregó que esta crisis le recordaba “a 1890, a la época del fraude patriótico”. Confundió así las épocas históricas. En 1890 se produjo la Revolución del Parque contra el orden conservador y el nacimiento de la Unión Cívica Radical. El “fraude patriótico” ocurrió en la “década infame”, entre 1930 y 1943.
“Si había alguna irregularidad, había 20 formas legales de solucionarlo, dentro de la ley y respetando la voluntad popular”, dijo la Presidenta. Pero nunca hizo referencia a la quema de urnas, robos de boletas, al voto cadena, adulteración de telegramas, presiones a fiscales o a la entrega de bolsones de comida a cambio de votos o la desaparición de videos, prácticas que la Justicia consideró fraudulentas.
Para la Presidenta, lo fraudulento y predemocrático fue el fallo judicial adverso al Frente para la Victoria (FPV) ante una denuncia del candidato a gobernador opositor, José Cano. El ataque presidencial se produjo mientras en Tucumán hubo escraches y agresiones contra los camaristas Ebe López Piossek y Salvador Ruiz.
Del acto iba a participar el gobernador bonaerense y candidato presidencial del FPV, Daniel Scioli, pero no pudo hacerlo porque sufrió una descompensación.
Acompañada por parte de su gabinete y por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, Cristina Kirchner también anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para promover “los principios básicos de reestructuración de deudas soberanas” que aprobó la ONU la semana última a instancias de la Argentina. La jefa del Estado consideró estos principios un “legado para la humanidad”.
El motivo del acto, que se transmitió por cadena nacional, la número 38 en lo que va del año, fue inaugurar el hospital materno infantil Teresa Germani, de Laferrère.
“Hay muchos que no quieren volver a los 90, sino a 1890, a la época del fraude patriótico”, dijo Cristina al referirse a la anulación de las elecciones tucumanas, en cuyo recuento definitivo, Juan Manzur, del FPV, obtuvo el 52% de los votos y Cano, 40%.
El gobierno de José Alperovich, con apoyo de la Casa Rosada, apeló ante la Corte Suprema provincial. Si hasta el 28 de octubre no se define un ganador, al terminar el mandato de Alperovich la Presidenta podría disponer la intervención federal con aval del Congreso para que convoque a nuevas elecciones.
Cristina también atacó al candidato presidencial de Cambiemos y jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. Lo culpó de haber intentado “cerrar un canal de televisión”. Se refería a la clausura por unas horas de un galpón de C5N, propiedad de Cristóbal López, empresario incondicional del kirchnerismo.
“Me preocupa qué puede pasar con nuestro país si ganan los que piensan que porque te critican por TV tenés que cerrar un canal, o si porque perdiste tenés que denunciar fraude y conseguir un juez amigo que te dé la razón”, exclamó.
“Lo que pasó es que perdieron y no soportaron perder”, dijo Cristina. “Siento un tufillo a centralismo y a desprecio profundo por las provincias”, aseguró.
Tiene un agujero en el mate (Cristina) del tamaño de las excavaciones de la minería a cielo abierto
Me gusta