LA NACIÓN, lunes 26 de octubre de 2015
Carlos Zannini estuvo con gesto adusto y preocupado durante toda la noche. Se movió entre el hotel Intercontinental y el Luna Park, los dos búnkeres que montó ayer el Frente para la Victoria.
En una de las sedes, estaba Aníbal Fernández con la militancia de La Cámpora y el cristinismo duro. En la otra, estaban el sciolismo y algunos referentes kirchneristas. La virtual fractura quedó en evidencia con los dos comandos de campaña. Entre esos dos escenarios se movió anoche Zannini, que regresó de Santa Cruz en el Tango 01 junto con la Presidenta.
Zannini no habló con periodistas en toda la noche. Sólo dijo a LA NACION que estaban esperando los datos de Santa Cruz y que no tenía nada. En la provincia patagónica los Kirchner ponían anoche en juego su poder después de 24 años, con Alicia como candidata a gobernadora y Máximo como postulante a diputado nacional.
Zannini estuvo en Río Gallegos y arribó a Buenos Aires cerca de las 20. Cristina Kirchner se fue de inmediato a la quinta de Olivos a seguir la definición desde allí. Mientras que su secretario de Legal y Técnica enfiló hacia el Luna Park y el hotel Intercontinental.
A las 21.12 llegó al hotel Intercontinental con su esposa y visitó a Aníbal Fernández en el piso 19. Por entonces, sin datos oficiales, especulaban con una victoria del jefe de Gabinete en la provincia de Buenos Aires. Pero a la medianoche, con los primeros cómputos reales, la situación se modificó y el kirchnerismo comenzó a dar como válida la posibilidad de perder el distrito más grande a manos de Cambiemos, que llevó allí como candidata a María Eugenia Vidal.
Al Luna Park
Después de visitar a Aníbal Fernández y de estar con la cúpula de La Cámpora, se fue para el Luna Park, ornamentado de naranja, el color que identifica al sciolismo. Allí, en el mítico estadio porteño, Zannini no se despegó de Scioli, su compañero de fórmula.
En el Luna Park, fue el representante del kirchnerismo casi en soledad. Estuvo solo hasta la llegada de Oscar Parrilli, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia. Recién a la las 23.30, llegaron Daniel Filmus, Agustín Rossi y otras figurar del FPV.
Durante el discurso de Scioli, Zannini se mantuvo a su lado, firme, pero con las manos inquietas, como si estuviera nervioso. Debajo del escenario, lucía un gesto adusto y preocupado a la espera de los resultados oficiales. Pocos veces se lo vio sonreír.
El sciolismo le hizo sentir su incomodidad: fue el representante en soledad del kirchnerismo duro en el Luna Park, ya que el resto del oficialismo, incluso La Cámpora, estaba en el Intercontinental.